Existen autos que todos conocen, pero hay otros que pocos saben de su existencia, sin embargo, el Dubonnet Xenia de 1938 es un auto que aunque no todos conocen, hay un gran número de personas que no solo saben que existió sino que han profundizado su entorno, sobre todo en su país de origen, España, y en gran parte de Europa claro está. El propósito de este artículo especial es que usted querido lector, conozca todo lo referente del Dubonnet Xenia de 1938, así que sin más preámbulo, iniciemos con su historia.
Conozcamos a su hacedor
Es menester conocer aunque sea a groso modo un poco de la vida del hombre que a ciencia cierta género que el Dubonnet Xenia se fabricara, me refiero al francés André Dubonnet, nacido el 28 de junio de 1897, fue un estupendo piloto de guerra, un as, atleta y piloto de carreras e inventor. Ahora bien, también es importante citar quien fue su padre, me refiero a Joseph Dubonnet, fundador de la firma de aperitivos Dubonnet, de tal manera que es imposible no darse cuenta que André Dubonnet heredó una riqueza sustancial, aunado a que su apellido y conexiones le permitieron ciertos privilegios como por ejemplo pedir la construcción del protagonista de este artículo especial.
Por otro lado es importante destacar que André Dubonnet presto servicio militar como artillero, sin embargo, posteriormente cambió a la aviación por simple gusto y pasión, de hecho se le acreditan seis victorias aéreas en la primera Guerra Mundial. Ya en la parte automotriz podemos decir que Dubonnet compitió en trineo olímpico y en autos de carreras para Bugatti y por supuesto para la Hispano Suiza, sin embargo, non todo quedo allí sino que también gastó gran parte de su fortuna en el desarrollo de algunos inventos, de hecho creó y vendió con éxito un sistema de suspensión de automóviles a la General Motors, sin dejar de mencionar los estudios aerodinámicos que desarrollo más algunos coches aerodinámicos especiales para él.
La historia del Dubonnet Xenia de 1938
De entrada debo exaltar a la marca automotriz que fue la responsable de tan increíble creación, me refiero a la española Hispano Suiza quien fue una de las grandes marcas europeas de aquella época, y dicha compañía tenía en su poder a uno de los grandes genios del mundo automotriz europeos de aquellos años, me refiero al ingeniero suizo Marc Birkigt, causante de la fabricación del protagonista de nuestro articulo especial, el Dubonnet Xenia. Los primeros Xenia se parecían físicamente a los autos de carreras que además contaban con motores cuatro cilindros en línea de 3.0 y 4.5 litros, incluso el primer coche fue construido en 1938, y contaba con la experiencia aeronáutica de Hispano-Suiza armado en tres fábricas diferentes, pero en su mayoría en Francia, creado en una primera versión llamada H6 con aleación ligera en un chasis de escalera simple.
El Dubonnet Xenia fue diseñado para mostrarle al mundo la suspensión independiente inventada por Andre Dubonnet, auto construido a petición de él y para él, utilizando un chasis Hispano Suiza H6C modificado para incluir la suspensión de resorte de bobina cerrada, la cual fue bastante exitosa, tanto que muchas marcas ofrecieron comprarle la patente, cosa que Andre acepto, de tal ,manera que la General Motors, a la Fiat y la Delahaye fueron las dichosas empresas que se apoderaron de tan gran regalo.
Características destacadas del Dubonnet Xenia
Gracias al chasis que tenía el Dubonnet Xenia la marca le dio un cuerpo de Jaques Saoutchik, es decir, una especie de interpretación avante-garde de la lágrima, y unos de los aspectos que más se destacaron en su exterior fue el sistema de puertas paralelas, sin olvidar sus impresionantes y muy sobresalientes guardabarros los cuales se integraban a la perfección a la parte frontal del auto, donde encontramos una cromada parrilla tan larga que se cruza en sus laterales hasta llegar a las puertas. Los faros no tenían mucho que ofrecer sino solo iluminar, ya que estos eran de diseño sencillo, es decir, tenían el típico diseño de los faros redondos de aquella época, pero por otro lado encontramos que el capo tenía un diseño aerodinámico al 100%, y ese mismo diseño al mejor estilo de la aviación estaba incluida en su habitáculo a excepción del volante que era deportivo y además de madera.
Otro de los puntos focales del exterior del Dubonnet Xenia era que los guardabarros traseros, cubrían las llantas a un 80%, realmente era un diseño maravilloso, y si veíamos el auto desde un ángulo aéreo podíamos notar que tenía como especie de diseño semejante al de un murciélago, y de hecho se veía gran parte del interior. Llegando a la parte trasera de este coche podemos ver muchas terminaciones puntiagudas, y la compuerta del maletero contenía la ventana, de tal manera que al abrirla también el vidrio de la ventana se iba junto a la misma, la cual era sostenida por una varilla de hierro, pero lo que más impactaba era que una vez abierta la compuerta del maletero este nos ofrecía tres compartimientos más dentro del mismo con sus respectivas puertas, lo que significa que aparte de tener un diseño deportivo también ofrecía elementos de real elegancia.
La mecánica del Dubonnet Xenia
Debajo del capo tenía un motor de seis cilindros en línea hecho de aluminio, colocado en posición frontal longitudinal, con dos válvulas por cilindro el cual entregaba 160 caballos de fuerza y una velocidad máxima 177 kph / 110.0 mph. En cuanto a la tracción esta era trasera con una transmisión por cardan dentro de un tubo y con tres marchas no sincronizadas con embrague monodisco en seco. Los frenos de eran de tambor asistidos adelante y atrás, lo que significa que aparte ser un auto con mucho poder y belleza también era muy seguro.
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