Solo los amantes de los autos como nosotros tenemos el conocimiento pleno de las marcas automotrices de todo el mundo, incluyendo aquellas que por diferentes circunstancias dejaron de existir, y ese, es el caso de la estadounidense Duesenberg, marca automotriz que a pesar de haber sido fundada por alemanes jamás dejara de ser norteamericana, por la sencilla razón de haberse pensado y creado en territorio estadounidense. Para otros esta marca es quizás poco conocida e incluso, jamás habrán escuchado de ella, y esa es la razón por la cual nos decidimos hacer este especial, para que los que ya sabíamos de su existencia reforcemos conocimientos, y para los que no sabían de ella, pues aprendan de esta marca de autos de lujo norteamericana, así que sin más preámbulos les presento su maravillosa historia.
Comprendiendo la marca automotriz a través de su concepto
Duesenberg Motors Company fue una compañía de automóviles de lujo estadounidense fundada por los hermanos August y Frederick Duesenberg en 1913, teniendo esta su sede en Auburn, Indiana, y cuya actividad duro entre los años 1913 y 1937. Rápidamente se hizo famosa por sus modelos de alta calidad y de carrera con registros récord, realmente eran autos bellos y poderosos, y para cerrar este breve concepto debo apuntar que los norteamericanos le llamaban con el apodo de Duesy.
He aquí su historia
Todo comenzó en el año 1913 cuando los hermanos Fred y Augie Duesenberg deciden fundar lo que para ellos y el mundo de aquel entonces iba a ser una de las marcas de autos de lujos más importantes y que además iba a llevar su apellido como nombre, me refiero a Duesenberg Motors Company, Inc. Esto fue en la Avenida de la universidad en St. Paul, Minnesota, y en ese lugar dieron inicio a la construcción de motores y autos de carrera, y cabe destacar que estos hermanos que por ciertos eran de ascendencia alemana, eran totalmente autodidactas por lo que construyeron muchos autos experimentales, de hecho, estos autos se consideraron por algunos, los mejores de la época construidos totalmente a mano.
Edward Vernon Rickenbacker
Un año después de la fundación de la compañía automotriz Duesenberg Motors Company, Inc, es decir, en 1914, Eddie Rickenbacker quien fue un fue un piloto de caza estadounidense en la Primera Guerra Mundial el cual recibió la Medalla de Honor gracias a sus 26 victorias aéreas, como piloto el combate más exitoso de Estados Unidos en la guerra, y también se consideró que había recibido la mayor cantidad de premios por valor por parte de un estadounidense durante la guerra, pero además de todo esto también fue piloto de carreras y diseñador automotriz, por lo que condujo un auto de Duesenberg obteniendo el décimo lugar en las 500 Millas de Indianápolis, y aunque en ese momento los autos Duesenberg solo quedaron en el décimo lugar, años más tarde si ganó la carrera, de hecho repitió su victoria en los años 1924, 1925 y 1927, es decir, no solo eran autos elegantes sino muy poderosos.
Motores para aviones
La Duesenberg Motors Company encontró la oportunidad única de no solo fabricar automóviles sino también motores de aviación, y esto sucedió cuando el Coronel RC Bolling y su comisión, lograron adquirir la licencia para producir el motor Bugatti U-16 para el Servicio Aéreo del Ejército de los Estados Unidos, sin embargo, esto no duro mucho, ya que al finalizar de la primera guerra mundial la compañía obviamente detuvo la producción de esto poderoso motores de avión, claro está, el proyecto se mantenía gracias a la guerra.
Después de esta terrible y mortífera primera guerra mundial, la compañía continuo sus labores en el área automotriz, y específicamente en el año 1921, la marca automotriz Duesenberg diseña, produce y saca al público el nuevo Indy 500 el cual condujo el mismo Fred Duesenberg, y en ese mismo año el piloto de carreras norteamericano Jimmy Murphy se convirtió en el primer estadounidense en ganar el Gran Premio de Francia en Le Mans gracias a un potente Duesenberg, de tal manera que en el deporte el éxito ya estaba.
Exaltación de los autos Duesenberg
En honor a la verdad en las décadas de los años 20 y 30 era casi imposible tratar de imaginar algún coche que poseyera lujo, elegancia, estilo y la mecánica de un Rolls-Royce pero a su vez con la estupenda aceleración y velocidad de un Bugatti, sin embargo, esto lo logro la marca automotriz Duesenberg desde los Estados Unidos de Norte América, es más, algunos críticos e historiadores se han atrevido a afirmar que desde la época de los coches Duesenberg hasta nuestra fecha, nunca han habido otros coches americanos que se les pudieran parecer, incluso para aquella época estos autos estaban catalogados como los coches más prestigiosos de los años 20 y principios de los 30, de hecho las imágenes hablan por sí solas.
Para respaldar todo esto, debo hacer mención de la versión limusina, y si, la marca automotriz Duesenberg también construyo una larga, elegante y hermosa limusina, la cual llego a transportar a muchas personalidades importantes de aquella época ofreciéndole confort, lujo y comodidad, de tal manera que al rodar a través de las calles lograba conquistar a todos, y además al entrar en carreteras más amplias, esta limusina de Duesenberg podía acelerar de tal manera que muchos coches de carreras contemporáneos no podían igualar por más que se esforzaran, por esa razón los gansters de aquellos años, los obtuvieron, sobre todo los de color negro, para luego equiparlos con carrocerías blindadas más cristales a prueba de balas.
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