En un momento como el actual, donde las altas temperaturas propias del verano han estado en un primer plano, es posible que estemos pensando en salir de casa y apostar hacer viajes largos donde la estabilidad de los vehículos es fundamental. Para ello, es necesario que los coches hayan pasado las revisiones técnicas pertinentes, potenciando la seguridad de los usuarios. Desde Carglass han diseñado la mejor guía hasta el momento, donde se potencia la construcción de materiales propicios de las lunas de los coches ante cualquier tipo de daño u accidente, poniendo en peligro la seguridad de las personas que estén en el interior.
Desde la firma, han apuntado que antes de salir de casa, es necesario revisar las lunas de los coches, y en caso de que tengan alguna rotura actuar con la mayor brevedad posible. Un parabrisas reparado recupera el 100 por 100 de sus condiciones y rigidez original, lo que se ha demostrado en numerosos estudios independientes. Por otro lado, se recomienda revisar la estructura de las escobillas, donde un simple barrido en un parabrisas con insectos pueden dañarlo.Por otro lado, es preciso analizar el nivel del liquido parabrisas, que se emplea más que nunca por la suciedad del verano. Es cierto que en este periodo del año hay menor volumen de insectos, pero es posible que existan mayor cantidad de insectos estampados contra la luna, perjudicando la visibilidad, por lo que una buena solución es tomar las medidas necesarias para limpiarlos a fondo.
La sequedad, elevadas temperaturas y los vientos procedentes de África hacen que en verano se levante más polvo y arena. Además, las grietas del asfalto se dilatan por el calor y en ellas se acumula polvo, que los automóviles levantan a su paso. Este polvo se adhiere a los cristales y reduce nuestra visión. También hay que valorar que en este tipo de climas, las tormentas de verano pueden dañar la estructura donde las granizadas pondrán a prueba de impacto las lunas. Por último, para limpiar bien los cristales en casa podemos humedecer una toalla con agua y algún jabón o producto de limpieza doméstico, y dejarla actuando durante la noche. Para manchas muy acusadas se puede utilizar un poco de bicarbonato de sodio en un paño de microfibra.
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