No cabe duda que la conducción de un vehículo representa no solo un reto sino también un riesgo. Es por ello que la conducción nocturna resulta ser tan abrumadora para muchos conductores y tanto más ya que de noche con una iluminación baja es difícil determinar con exactitud si la masa que se encuentra por delante sea un ciervo o un peatón. De acuerdo con los estudios, la conducción nocturna representa un 10% del tráfico total. Esto le hace la preferida por muchos conductores para evitar el alto tráfico diurno en las grandes ciudades. No obstante, dada las condiciones de baja visibilidad y otra serie de características derivadas de esta, la mitad de los fallecimientos por accidentes de tránsito tienen lugar de este período de tiempo. Al acercarse el mes de junio y con ello la temporada vacacional, aumenta el tráfico en carreteras, por lo que resulta muy importante seguir algunos consejos si tienes pensado salir de vacaciones o manejar tu coche durante la noche.
Mantén siempre limpio el parabrisas por dentro y por fuera
Este es un detalle que muy poco se toma en cuenta por parte de muchos conductores. Hay que tener presente que a lo largo del tiempo se va alojando una capa de polvo que va acumulándose hasta formar una especie de película que dificulta mucho la visión durante el crepúsculo sobre todo al tener el sol de frente ya sea al amanecer o al atardecer, incluso también afecta durante la noche cuando otros vehículos iluminan con sus faros el frente nuestro. Es por ello que es muy importante mantener siempre limpio el parabrisas y no solo limitarse a usar el sistema de agua y secado por el parabrisas, sino además, tratar de hacer una limpieza más profunda a toda su extensión. Unas hojas de papel periódico ayudan mucho para esto. Haz lo mismo en su parte interna en la que también se concentra el polvo, las huellas de manos o dedos que a la larga también entorpece tu visión. Así siempre tendrás un parabrisas que realmente te permita ver con claridad en tu conducción nocturna.
Mantén el sistema de iluminación del auto en buen estado
Siempre revisa que todas las luces de tu vehículo enciendan con normalidad, de lo contrario reemplaza los bombillos o focos que estén quemados. Si te encuentras conduciendo y aún no ha oscurecido, enciende las luces de posición o diurnas. Una vez haya oscurecido ya debes tener encendidas las ópticas principales. Se recomiendan aquellas que mejorar la iluminación de la carretera como las luces Xenón o las de LED. Si tu auto dispone de visión nocturna o faros inteligentes con infrarrojos, válete de ellos y aprende a usarlos de la manera correcta para que te sean de gran ayuda. Si tu coche no dispone de estos avanzados sistemas de seguridad recomendamos que regules la altura de los faros por lo menos dos veces al año. Otro detalle a tomar en consideración es la iluminación interna de tu coche, mientras más iluminada esté, menor será tu visibilidad hacia el exterior, por ello, mantén apagada la luz interna del habitáculo y más si esta se encuentre por encima del espejo retrovisor. También reduce el brillo de la intensidad de la luz del cuadro de instrumentos ya que con una mínima iluminación es posible ver toda la información que ellos reflejan.
Reduce la velocidad
Debido a que la visibilidad se ve reducida aun estando en una vía iluminada es recomendable conducir a baja velocidad, esto ya que a horas nocturnas tardamos más en ver y por consecuente reaccionar ante cualquier peligro u obstáculo que se nos presente en el camino. De noche conduce por debajo del límite de velocidad que está fijado en carretera o autovía en donde circules y si te topas con conductores que te piden el paso ya sea por tocarte la bocina o por hacer cambio de luces, permíteles el paso. Recuerda que es mejor llegar un poco tarde que no llegar nunca. Presta también mucha atención con aquellos conductores cansados o ebrios, si vez alguno que tiene una trayectoria irregular, aléjate inmediatamente de él.
Descansa si sientes fatiga
A los primeros síntomas de fatiga tómate un descanso, recuerda que un conductor fatigado presenta los mismos riesgos que uno que pudiese estar ebrio. Si notas que pierdes la atención del camino o comienzas a serpentear por el carril, detente y ejercítate un poco, cómete algo o ingiere un poco de café. Esto ayudará a que te repongas y puedas volver a conducir. No obstante, si ya te encuentras demasiado cansado y te cuesta mantener los ojos abiertos, busca un sitio donde puedas dormir, pues unos segundos dormido detrás del volante pueden desencadenar en un accidente automovilístico donde pudieras perder la vida.
Usa las luces altas o de largo alcance prudentemente
La luz de largo alcance se usa con la finalidad de proveerte una visibilidad en una mayor extensión, pero debes usarla de manera correcta para no molestar a otros conductores. Por eso, al alcazar a otros vehículos debes desactivarla y también lo debes hacer cuando otro conductor viaje en sentido contrario a ti para no cegarlo. Sin embargo, si llega a suceder que durante tu viaje un conductor que se desplace en sentido contrario no baje las luces y para evitar que seas deslumbrado, desvía tu vista a la derecha y guíate por la línea blanca del borde sin apartar la mirada. Si eres de los que usas anteojos, mantén limpios los cristales y en buen estado para que te provean una visión clara. No descuides tu chequeo por lo menos una vez al año para descartar algún problema que pudiesen presentar tus ojos y así corregirlos a tiempo. Elige cristales antirreflejos si generalmente conduces de noche. Siguiendo estos consejos tendrá una conducción nocturna más segura.
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