Como hemos considerado en artículos anteriores, el mayor sistema de seguridad del coche o de cualquier vehículo terrestre son los frenos, es por ello que se les debe prestar mucha atención y mantenerlos siempre al día para evitar accidentes o inconvenientes. Como todas las partes y piezas que conforman nuestro coche, los frenos también sufren mucho desgaste y poco a poco llegan al culmino de su vida útil. El mantenimiento preventivo juega un papel importante para mantener al día nuestro sistema de frenos, aunque siempre habrá partes, como los discos, que siguen desgastándose hasta que necesitan ser reemplazados por otros.
La pregunta que nos surge sería la siguiente, ¿cuándo debemos cambiar o sustituir los discos de freno de nuestro coche? Las respuestas son muy variadas. Hay personas que alegan que cada cierto recorrido se deben sustituir; otros en cambio afirman que los discos de freno se deben cambiar cada año, y por último, están los que concuerdan en que todo depende del grosor que presenta el disco con respecto al que tenía al principio. Pues bien, sea cual sea su opinión, estamos de acuerdo en que efectivamente se deben cambiar en algún momento, lo ideal es saber cuándo hacerlo y qué hacer para que duren más de la cuenta.
El saber el momento adecuado para la realización del mantenimiento o el cambio de discos redundará en un ahorro significativo de dinero, es por eso que en esta oportunidad analizaremos ciertos detalles que bien nos pudieran mostrar que ya es momento de cambiar los discos de freno de nuestro coche; ahora bien, ¿por qué cambiamos los discos? En la mayoría de los casos la razón principal se debe al desgaste inevitable producto de la fricción con las pastillas de freno. Otra de las razones para la sustitución es que estos pueden presentar decoloraciones, grietas o deformaciones incorregibles que inclusive se sienten cuando circulamos a cierta velocidad y pisamos el pedal del freno.
Discos deformados o en mal estado
Lo primero que determinará que debemos realizar un cambio es precisamente lo que acabamos de mencionar, discos en mal estado o deformados; esto supone un gran problema, porque los frenos no accionan o responden de manera normal, y a gran velocidad pudiéramos terminar colisionando contra otro coche. Las acciones para resolver este problema pasan por cambiar la pieza, aunque muchos prefieren rectificar los discos, para ahorrar un poco de dinero, y postergar lo que a la larga será impostergable, cambiar la pieza mecánica.
Las pastillas de freno y el número de cambios
Otro factor que algunos conductores toman en cuenta a la hora de decidir cambiar los discos de freno es el número de veces que se han cambiado las pastillas; en ese sentido, se cree que luego de cada dos o tres cambios de pastillas se deben sustituir los discos. A ciencia cierta no existe manual de usuario que indique que esto es así, aunque en este aspecto pesa más el "por si acaso" y el nivel de confianza que esta acción genere en los conductores.
Rectificación de los frenos
El proceso de rectificación de frenos es el más utilizado por la mayoría de las personas. Este método consiste en colocar el disco de freno en un torno de precisión e ir desgastando en milímetros las bandas de frenado hasta ir eliminando las irregularidades en el disco que se producen por el uso y por el resultado de la fricción al frenar. Luego de este proceso los discos tienen que quedar uniformes aunque, como lo indica el mismo proceso, se trata de desgastar, lo que a la larga significa que llegará el momento en que se tendrán que sustituir inevitablemente.
Sustitución según el grosor de los discos
Los discos cuando salen de la fábrica tienen cierto grosor, dependiendo del modelo en el cual se instalarán, la cuestión es cómo saber cuál es el grosor y cuándo se debe cambiar la pieza. A muchas personas se les dificulta saber las medidas, sin embargo, la gran mayoría de los discos traen impresas las medidas, y generalmente se puede observar impresos en el borde. Ahora bien, si no se pueden observar se recomienda buscar en la propia caja o en el manual del usuario; también es recomendable preguntar a nuestro mecánico de confianza.
El uso de las monedas
Se trata de una especie de truco que nos da cierta idea de cuánto se han desgastado los discos de freno; en este caso, se debe meter la moneda en el orificio entre el disco y la pastilla de freno y, dependiendo del grosor de la moneda, se irá visualizando cuanto desgaste ha sufrido con el pasar del tiempo. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que los discos se desgastan por zonas, es decir, por ondulaciones, lo cual dificulta saber con exactitud cuánto desgaste sufrió el disco y cuándo se debe sustituir por otro nuevo.
Recomendaciones finales
Para culminar, tenemos otra importante herramienta llamada "Pie de Rey", que en este caso mide el grosor y la longitud del disco de freno. Es importante usar el Pie de Rey para discos de freno, aunque en todo caso se recomienda visitar un taller de confianza para saber con exactitud qué hacer con respecto a esta y todas las partes que componen el sistema de frenos del coche.
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