Con un aspecto que, sin ser completamente nuevo, recibe un intenso lavado de cara, destaca por una sorprendente reducción de peso gracias al uso de alumnio como material ligero que permite que este nuevo todocamino pese una quinta parte menos que su predecesor, 420kg menos en total, en el caso del TDV6.
La primera consecuencia de esta intensa cura de adelgazamiento es un menor uso de combustible, algo bastante necesario teniendo en cuenta los precios de carburantes y las presiones medioambientales que han lacrado a este tipo de vehículos orientados a un uso y, definitivamente utilizados para todo lo contrario.
Sea como fuere, Land Rover anuncia un 22 % menos de consumo lo que hace que, en el mejor de los casos, se use 7,5 litros de carburante cada 100 km recorridos y se produzcan 196 g/km
AWD para todos
Mecánicamente, hablamos del uso de la tracción integral en todas las variantes y será posible elegir entre tres motorizacioness: dos de gasóleo, la V6 biturbo de 3 litros, de 258 CV, otra de V8 biturbo de 4,4 litros y 339 CV y la más potente, la de gasolína en un motor V8 de 5 litros sobrealimentado y 551 CV.
Land Rover ya acepta peticiones del modelo que empezará a ser entregado a final de este año. El precio partirá de los 98.500 euros del V6 de 3 litros hasta los casi 150.000 del V8 de 5 litros.
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