Grandes noticias para Cuba, se permite la compra-venta de vehículos nuevos y usados, para los ciudadanos cubanos y extranjeros residentes en la isla. Hasta ahora era necesaria una carta de autorización, expedida por el Ministerio de Transporte cubano para poder realizar dicha compra, lo que imposibilitaba su realización para la mayoría de los ciudadanos.
Cambio de normativa
Un par de años atrás el gobierno de Cuba permitía la venta entre particulares, lo que provocó la proliferación de un mercado negro dedicado a la venta de vehículos recién comprados, por funcionarios que tenían un acceso más sencillo su adquisición, para revenderlos posteriormente a ciudadanos que de otra manera, no podrían acceder a un vehículo.
La nueva apertura del mercado trata de paliar este efecto, liberando a los cubanos de los tramites necesarios para acceder a la compra de un vehículo en concesionario, aunque los precios y la distribución sigue siendo inspeccionados por los organismos gubernamentales.
Parque histórico
El deprimido parque automovilístico cubano ha sido mundialmente reconocido durante décadas, debido a lo lamentable de su estado, ya que es una auténtica cápsula del tiempo viviente de la década de los cincuenta, cuando Castro accedió al poder y comenzó el cierre de la isla al mundo capitalista occidental. Por lo que los vehículos que circulan por sus calles son los mismos automóviles americanos de aquella década más las unidades de vehículos soviéticos que han ido llegando estos años.
Loable el esfuerzo de la ciudadanía cubana al mantener esos vehículos en funcionamiento durante décadas sin contar con repuestos, y mucho menos oficiales, teniendo que ingeniárselas la mayoría de las veces para poder hacer todas las reparaciones imaginables que hayan podido necesitar esos vehículos en sus más de 50 años de existencia.
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