A muchas personas nos fascina lo clásico. Entre los diversos gustos podemos encontrar a muchos que se inclinan a favor de los llamados muscle cars, y entre ellos, podemos mencionar al inolvidable Mustang, o el Camaro, inclusive podemos mencionar a bestias tan poderosas como el Chevrolet Malibú 8 cilindros, o inclusive, un Ford Fairlane 500, todos ellos con algo en cmún, su poderoso motor, ese rugido que tanto nos gusta, y que nos genera niveles indescriptibles de adrenalina. Pero cuando hablamos de coches clásicos, antiguos o de colección, no podemos dejar a un lado a todos aquellos que tienen gustos más conservadores, y que su delirio son los modelos compactos.
En este caso podemos mencionar coches de la talla del Fiat 500, el Mini británico, o talvez un Ford Maverick, y porque no, un Chevrolet Nova, todos ellos con motores de menores prestaciones, pero que están enfocados hacia el día a día familiar y, según opinan muchos expertos, hechos para durar toda la vida. Pero en definitiva, todos bajo un mismo esquema, "clásicos", que perduran con el paso del tiempo y hasta se mantienen vigentes entre las nuevas generaciones. A sabiendas de esta situación, la famosa marca de coches japonesa Daihatsu diseñó un modelo que cumple con todas las cualidades del coche del siglo 21, pero que mantiene la esencia de aquellos modelos que tanto enamoraron a la generación de la década de los setenta.La empresa japonesa presentó un modelo muy peculiar al que llamaron el Daihatsu DN Compagno. Se trata de un prototipo, un coche con tecnología híbrida, que conjuga la potencia de un motor impulsado a combustión con uno eléctrico de última generación. Lo más atractivo, o talvez el punto fuerte de este modelo es su forma estética, muy a lo clásico, hacia coches de los años setenta; pero lo más interesante es lo que esconde entro de esa forma tan clásica, un habitáculo que seguramente muchos que vivieron en aquella época imaginaban como sencillamente imposible.
Aspectos estéticos
Los diseñadores de la firma nipona quisieron revivir aquellos días en que la juventud estaba sedienta de cosas nuevas, de tecnología, y deseosa de mucho conocimiento. Es por ello que podemos apreciar una forma exterior muy simplista, en donde destaca su gran parrilla y en el centro, el logo de la compañía, su entrada de aire posterior, y unos faros que, a simple vista, gozan de la avanzada tecnología LED. Por los costados, apreciamos esa línea que prácticamente une el faro con las luces de stop o freno, las cerraduras del mismo color de la carrocería, el techo negro, con una franja plateada, pero también panorámico, y las cámaras de alta resolución instaladas a los costados, que en este caso suprimen los espejos retrovisores, y las llantas o rines de aleación en color plateado.
Por detrás nos encontraremos con sus luces de freno o stop, también con tecnología LED, su pequeño portón del maletero, y el vidrio que recorre desde atrás hacia el techo, totalmente panorámico, y dispuesto para disfrutar del paisaje mientras estemos conduciendo. Remata la salida doble de escape ubicada en la parte posterior.
Interior del habitáculo
Al ingresar a su habitáculo nos quedaremos boquiabiertos. Veremos cómo conjuga toda la más avanzada tecnología, destacando el cuadro de mandos que está dividido en dos pantallas, una encima de la otra. En la de arriba se observarán detalles de navegación, infoentretenimiento y demás sistemas del coche, mientras que en la de abajo, notaremos otros detalles que tienen que ver con el funcionamiento de ciertos aspectos, como el aire acondicionado, las luces internas, entre otras cosas. Hay una línea de color rojo que recorre desde las puertas y pasa por el tablero, dándole un toque personal muy llamativo. El volante es tipo T, con el logo incrustado en el centro. El espejo retrovisor es de gran tamaño. Es un vehículo realmente especial.
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