Ya mi compañero Emilio adelantó que uno de cada cinco coches no fueron aptos en Madrid, datos que prácticamente se pueden extrapolar al resto del país. A estas alturas, lo más fácil es hablar de estadísticas y estos afirman que el 18,5% de los vehículos no pasaron la ITV en su primer intento, cifra que quedó en un 5,8 en una segunda inspección. Como es lógico, cuanto mayor es la antigüedad mayor son los fiascos a la hora de pasar la ITV. Un 23,2% de los vehículos de más quince años se quedaron en el camino, lo que evidencia la extremada antigüedad de nuestro parque de vehículos.
Mirando los problemas
Los nuevos datos a nivel nacional van un poco más lejos en este aspecto ya que el rechazo general en la primera ITV ha aumentado un 2,8%. Tanto en la primera inspección técnica, como en sucesivos intentos, los defectos leves han supuesto un 8,7% de las negativas. Los problemas más graves se quedan en un 3,3%, aunque la mayoría de ellos tanto en los casos graves como en los leves tienen que ver con tema de alumbrado y señalización. Sin embargo, lo que realmente preocupa es los porcentajes de vehículos que llegan con problemas mecánicos en ejes, suspensión, frenos o neumáticos, demasiado elevado y en torno al 20% total.
En definitiva, la crisis no sólo ha afectado al envejecimiento de carreteras y de nuestro parque de vehículos a la par, sino que también lleva a los usuarios a tener problemas que no terminan de solucionar. Mientras esto sucede y siguiendo el sistema adoptado en la Comunidad de Madrid, se está valorando la opción de liberalizar las ITV a nivel nacional, algo que sin duda aumentaría el número de puntos para los usuarios, realmente escasos en algunas regiones.
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