El Caterham AeroSeven Concept nace como modelo que se puede colar entre el Seven 165 y el Seven 620R pero que sigue una filosofía clara de diseño minimalistas, sin concesiones al confort, o lo que es lo mismo, con lo justo y necesario para que una vez dentro podamos disfrutar. Diseñado al amparo del Seven CSR con el que comparte elementos importantes como la suspensión delantera pushrod, la suspensión trasera o incluso el chasis, la mejor noticia es que su apellido de concept lo perderá en breve, puesto que llegará a fase de producción en la factoría de Dartford e incluso lo podría hacer en 2014.
Motor de última generación
Este modelo de apenas 600 kg luce una planta orgullosa con un peculiar verde Caterham que se combina a la perfección con los tonos negros propios de la fibra de carbono de su carrocería y el cromado. En la parte delantera la parrilla frontal con detalles en tonos amarillos absorbe en su totalidad unas minimalistas ópticas delanteras de LED, mientras que en la parte trasera se comparte filosofía de diseño pero siempre con especial cuidado en la aerodinámica que ha sido trabajada en el túnel del viento del equipo de F1.
Quizá, su vista más radical llega en los laterales donde los neumáticos Avin CR500 de 15 pulgadas, habituales en la marca para este tipo de modelos, dejan preso un perfilado lateral bañado por luces LED que terminan de rematar ese aspecto futurista.
Pero uno de los puntos más importantes de este AeroSeven Concept reside en su motor, un propulsor Ford Duratec 2.0 atmosférico que entrega una potencia de 240 CV a su eje trasero y 206 Nm de par motor gracias a sus cuatro cilindros. Este motor, que comparte con el Caterham 485 aunque en este caso ha sido evolucionado, es capaz de girar a 8.500 revoluciones por minuto, lo que junto a su fusión con una caja de cambios de seis relaciones permiten a este "pequeño juguete" acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos. Además, no todos los datos de este motor van en términos de prestaciones y potencia, ya que además cumple con la homologación Euro 6 de bajas emisiones contaminantes.
Lo justo y necesario
Su línea futurista a nivel de diseño exterior contrasta con su aspecto interior, algo normal si tenemos en cuenta que este tipo de coches deportivos se caracterizan por una imagen interior austera y donde ciertos niveles de equipamiento y de ayudas a la conducción brillan por su ausencia. En contraposición a todo esto y como pilar principal de su diseño interior, aparece una pantalla digital que hace las labores de panel de instrumentos, por lo que el conductor puede consultar en ella los detalles propios de la conducción como son el velocímetro, el nivel de revoluciones del motor, la marcha seleccionada o los habituales niveles de gasolina, temperatura y aceite.
Con esta versatilidad de la pantalla, el volante pierde protagonismo a pesar de contar con una estética más propia de la competición que de un modelo de calle, eso si, con los botones una vez más justos y necesarios.
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