Y con la llegada del nuevo Renault Talismán, es la hora de despedir a una berlina que lleva con nosotros más de 20 años, y que sin duda ha hecho historia dentro de la marca. El que llegase para sustituir al entrañable Renault 21 es hoy el reemplazado, por ello creemos que merece una despedida como se merece, recordando cada detalle de cada generación que ha pasado por nuestras calles.
Como no podía ser de otra forma, hacemos uso de nuestra máquina del tiempo hasta viajar a mediados de 1993, fecha en la que Renault cesaba las ventas del 21 para dar paso a la comercialización del Laguna, una berlina que rompió esquemas en su época gracias a su equipamiento y tecnología.
A su llegada, únicamente estuvo disponible en carrocería de dos volúmenes y medio, que más adelante sería acompañada de la carrocería conocida como Nevada: la versión familiar que llegó a ofrecer una configuración de siete asientos -con dos asientos extra colocados en el maletero, en sentido contrario de la circulación-.
Su gama mecánica estaba compuesta principalmente de bloques de gasolina -todavía la fiebre diésel no había invadido el mercado-, y podíamos encontrar desde un bloque de 1,8 litros de 95 CV, un bloque de 2,0 litros y 115 CV así como la versión más potente: el 3.0 v6 de 170 CV.
En cuanto a la oferta diésel, únicamente disponía del bloque 2,2 litros atmosféricos, que ofrecían una potencia de 85 CV, hasta que en 1997 llegó el 2.2dT, que mejoró las prestaciones gracias a los 115 CV que lograba extraer del bloque el turbo de geometría fija que instaló Renault.
A lo largo de su vida comercial, El Renault Laguna contó con numerosos niveles de equipamiento, como RN, RT, CORMORAN, ANADE, RTI, RXE, BACCARA e INITIALE, los que añadían a esta interesante berlina -en función del equipamiento que seleccionáramos- elementos como ABS, doble airbag, cinturones con pretensores, radio CD, climatizador, asientos de cuero y eléctricos, control de crucero...
Era la hora de refrescarse
En 1998, Renault presentaba a todos un restyling que sin duda ayudó a aumentar de forma considerable las ventas del Renault Laguna hasta la llegada de la segunda generación. Este restyling introducía ligeros retoques de exterior, cambiando elementos como los paragolpes, los faros delanteros -que dejaban atrás los faros de cristal para incorporar un grupo óptigo construido íntegramente de plástico, lo que daba más libertad en el diseño-, los pilotos traseros cambiaron ligeramente su diseño y recibieron nuevos colores, así como un rediseñado anagrama.
Pero sin duda donde recibía más cambios sería en su interior, manteniendo el diseño básico de los elementos pero cambiándolos por otros más estilizados y empleando materiales de una mayor sensación de calidad. Los asientos dieron paso a otros mucho más ergonómicos y con reposacabezas "tipo libro", lo que contribuyó a mejorar la seguridad pasiva.
La gama mecánica no se quedó atrás y vio como mejoraba por completo su oferta, sobretodo con las nuevas mecánicas diésel ya que hasta ese momento sería el talón de Aquiles de la berlina francesa. La oferta de bloques de gasolina añadía un nuevo 1.6 16 válvulas de 110 CV, un nuevo 1.8 16 válvulas de 120 CV y el 2.0 de 115 CV se quedaría para acompañar a la caja de cambios automática de 4 relacciones.
Sin embargo, también pasaría a formar parte de la gama el propulsor 2.0 16 valvulas que ofrecería 140 CV, además de volver a ofrecer el bloque 3.0 V6, que incrementaría su potencia hasta llegar a los 194 CV.
La oferta diésel sufrió cambios muy importantes, comenzando por la supresión de bloque atmosférico de 2,2 litros, en favor a bloques turboalimentados, de mejores prestaciones y consumos más bajos. Así se añadiría el 1.9 dTi de 100 CV muestras que se mantendría temporalmente el 2.2 dT de 115 CV, que más adelante sería reemplazado por el nuevo 1.9 dCi de 110 CV.
Los niveles de equipamiento quedarían drásticamente reducidos en nuestro mercado a solo dos, pero que ofrecía una extensa lista de equipamiento de serie: RT y RXE. Este último, llegó a contar con cargador de 6 CDs, sintetizador de voz -estrenado en el Renault 25, era una voz que nos alertaba de forma sonora de problemas o anomalías detectadas-, tapicería mixta cuero-tela, retrovisores eléctricos... y opcionalmente podía contar con Navegador.
Si elegíamos la mecánica 3.0 v6 de 194 CV, Renault añadía al equipamiento RXE elementos como el alerón, tapicería de cuero con asientos delanteros eléctricos y con memoria, dirección asistida variable y regulador de velocidad -también disponible en las mecánicas con caja de cambio automática-.
Llegamos a finales del año 2.000 y con el temido "efecto 2000" más que olvidado en un cajón, Renault lanzaba al mercado la segunda generación del Laguna, la cual supuso una revolución en todos los sentidos. También tiene mucho que contarnos, por lo que le dedicaremos un capítulo exclusivo a la berlina que supuso un antes y un después en el mundo de la automoción -principalmente en el campo de la seguridad pasiva-.
No es difícil guardarle cariño
Creo que ya he comentado alguna vez en estas líneas que en mi familia tuvimos un Renault Laguna, concretamente una unidad del 99 -es decir, con restyling-, motorizado por el bloque 2.2 dT de 115 CV y con el acabado RXE. Debo decir que estuvo con nosotros prácticamente diez años, y pese a que han pasado numerosos coches por mis manos, siempre me vienen gratos recuerdos de él. Me vienen a la mente gratos recuerdos de largos viajes familiares con destino a unas plácidas vacaciones, las horas y horas tras su volante imaginando como sería conducir - ya que por aquella época ni rozaba la mayoría de edad-.
Es por ello que la llegada del Renault Talisman es para mí es un tanto especial, ya que significa la despedida de uno de esos modelos que siempre me ha atraído, un modelo que me ha acompañado durante el final de mi infancia y del cual siempre guardaré un grato recuerdo.
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