Hace ya cuatro meses del accidente en el que Roger Rodas y Paul Walker perdieron la vida. Tras una serie de investigaciones, en las que han llegado a colaborar Porsche y Michelín, ya hay conclusiones sobre qué pasó.
Según han podido averiguar, el Porsche Carrera GT de Paul Walker, que era conducido por Roger Rodas, colisionó entre 128 y 150 Km/h. En esa curva, el límite de velocidad es de 45 Millas/hora, es decir, unos 72 Km/h, por lo que el exceso de velocidad queda probado.
Sin embargo, la teoría del fallo mecánico queda descartada, pero no eliminada. Al no existir testigos del accidente, la reconstrucción se ha realizado con las grabaciones realizadas por las cámaras de videovigilancia y con ayuda de las marcas de frenado, por lo que no se ha podido comprobar esa hipótesis.
No habían consumido alcohol
Por otro lado, queda confirmado que tanto Paul Walker, como Roger Rodas no habían ingerido alcohol o drogas.
En definitiva, parece que la única causa del siniestro fue el exceso de velocidad. Con esta información, parece que queda cerrado el caso, y tanto Roger Rodas, como Paul Walker ya pueden descansar en paz.
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