El caso Volkswagen está poniendo del revés la industria del automóvil. Con muchas dudas por resolver y muchos responsables por encontrar, no son pocas las marcas que se están viendo salpicadas. Sea por acusaciones más o menos reales, de organismos más o menos oficiales, la realidad es que parece que hay muchos intereses en juego.
BMW fue una de las implicadas, con su modelo X3 xDrive 20d en el punto de mira. La International Council on Clean Transportation los acusó de que el SUV alemán emitía 11 veces más partículas NOx de las homologadas.
La última batalla de esta guerra industrial ha tenido por protagonista al fabricante, también alemán, Opel. Una agencia medioambiental alemana, Deutsche Umwelthilfe (DUH), ha acusado recientemente a la marca de Rüsselsheim de que su monovolumen Zafira emite más partículas de óxidos de nitrógeno de las permitidas por la legislación europea.
Según ellos, habiendo realizado pruebas en las instalaciones de la Universidad de Ciencias Aplicadas en Bern, Suiza, los resultados mostraban unas emisiones de NOx hasta 4 veces superior a las permitidas. El modelo concreto del análisis fue un Zafira con un motor diésel Euro 6 de 1.6 litros de cilindrada.
Tirar la piedra y esconder la mano
La agencia asegura que el Zafira cumple con la Euro 6 cuando se ensaya en un banco con sólo las dos ruedas motrices rodando. Sin embargo, cuando el modelo se ensaya con las cuatro ruedas en condiciones de rodadura, se supera ampliamente el límite de emisiones de partículas de óxidos de nitrógeno permitidas.
Además, aseguran que el límite es excedido de 2 a 4 veces en unas condiciones estabilizadas, pero que puede llegar a picos donde las emisiones de óxidos de nitrógeno se exceden hasta en 17 veces. "No encontramos una explicación realmente plausible para este comportamiento", dicen desde la Deutsche Umwelthilfe.
¿El problema? Que la agencia se ha quedado en las acusaciones, y no ha emitido públicamente los datos recogidos en sus ensayos, incluso con la petición de la propia marca de por medio. Puede que hayamos perdido la perspectiva en medio de todo este escándalo, pero verter acusaciones de este calibre contra un gigante como General Motors puede acarrear consecuencias muy graves para la agencia si realmente no tiene datos que aportar.
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