Con un diseño totalmente futurista llega el que podría ser el próximo compacto Premium de la firma DS. Su carrocería muestra por todo su conjunto unos nervios muy marcados con unos trazos muy musculados. En su frontal destaca la gran calandra rómbica, que se encuentra rodeada de un cuidado y elegante cromado.
En el techo desaparece la chapa a favor de una gran superficie de cristal que integra la luna delantera y trasera, exhibiendo una forma de rombo en su parte más alta, donde además se integra la tercera luz de freno.
En el lateral predominan sus nervios marcados, que se combinan con unos paneles curvados. Solo encontramos dos pilares, consiguiendo aumentar la elegancia. Las enormes llantas muestran un diseño único.
Su zaga muestra un diseño único. Muestra una interesante caída, acompañado de un sugerente y atractivo diseño, que seguro no deja a nadie indiferente. Acertado detalle el de la parte baja del paragolpes, que muestra unas salidas de aire.
Interior recién llegado del futuro
Pasando a su interior, un diseño muy futurista nos acoge. Los trazos que encontramos difícilmente podrían pasar a producción de forma rentable, sin embargo, detalles como su cuadro de instrumentos en forma Head Up Display o la pantalla multimedia que desciende del techo sí podrían aterrizar a corto plazo en el mundo del automóvil, y quien sabe, DS podría ser la pionera.
Bajo su capó encontramos el mismo 1.6 THP de 270 CV que motoriza al Peugeot RCZ R y que ofrece unas prestaciones sin competencia.
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