Dodge presenta las versiones más radicales de su recién renovado Challenger. En versión 2015 nacen el SRT, denominación que ahora será empleada para nombrar las versiones más deportivas de los modelos de Dodge, en lugar de operar como sub-marca independiente, y el más potente y extremo aún Challenger SRT Hellcat.
El nuevo Challenger recibió durante el pasado Salón de Nueva York un conveniente restyling para poner al día el muscle-car del Grupo FCA, que afectan a nivel estético mínimamente al modelo de estilo retro. Sus rasgos han sido afinados pero respetando la estética con la que nació en 2007, fuertemente basada en la primera generación del modelo, presentado en los años setenta, en el ocaso de la era de los muscle-car.
SRT
La versión SRT cuenta con el propulsor de 6.4 litros HEMI V8, que en esta versión 2015 entrega 485 CV, mejorando en unos 15 caballos a su antecesor. La transmisión, conectada exclusivamente a las ruedas traseras puede ser tanto una caja manual de 6 velocidades como una automática, indispensable para poder vender grandes cifras en los Estados Unidos, de 8 velocidades.
Los cambios visibles a la carrocería incluyen un capó más abultado fabricado en aluminio, nuevas llantas de aluminio de 20 pulgadas, splitter delantero y los pilotos traseros LED que ganó el modelo tras su puesta al día. Tanto en el interior como el exterior de la versión 2015 se rinde homenaje a la primera generación del muscle-car.
SRT Hellcat
Basado en el SRT, Dodge también ofrece a sus clientes la posibilidad de optar por la versión motorizada por el motor Hellcat sobrealimentado de 6.2 litros V8 HEMI, capaz de desarrollar más de 600 CV, radicalizando las posibilidades del SRT "estándar".
Esta versión esta dotada de un splitter delantero de mayor tamaño así como llantas de 20 pulgadas de aluminio forjado ligero, en acabado en negro mate calzadas con neumáticos Pirelli P Zero Nero. La frenada está asegurada por unos discos de 390 mm Brembo con con pinzas de seis pistones. Una particularidad del SRT Hellcat es el conjunto de llaves que vienen de serie, uno de color rojo que permite emplear el vehículo con normalidad y otro de color negro que tan solo permite operar el modelo con la potencia limitada.
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