En Norteamérica con cualquier cosa hacen una competición. En este vídeo simplemente veremos como aceleran a tope estos dos modelos, extremadamente dispares, con el único fin de revolucionarlos y provocar el tremendo escándalo que producen sus motores llegando a la línea roja.
Por un lado el máximo representante del músculo americano, el Dodge SRT Challenger Hellcat, 717 caballos que gracias a la multitud de titulares ocupados el último año no necesitan presentación.
Por otro lado el máximo exponente del lujo y el refinamiento del automovilismo europeo, el Mercedes-Benz Clase S en su versión AMG. Más de 600 caballos de su motor V12 sobrealimentado.
Extremos opuestos
Estos modelos ejemplifican a la perfección la disparidad de la personalidad de ambos mercados. Por un lado el simple y bruto modelo americano y por otro el extremadamente tecnológico, lujoso y refinado modelo europeo.
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