A pesar del duro golpe que han recibido los motores diésel durante estos últimos años, en donde diversas asociaciones les han hecho la guerra con el fin de desincorporarlo del mundo automotriz todavía hay firmas fabricantes que siguen apostando por ellos. Es verdad que estos propulsores tienen la mala fama de ser altos contaminantes, pero con la tecnología adecuada se ha logrado disminuir casi en su totalidad sus emisiones nocivas. Precisamente uno de estos fabricantes de coches es la marca de los cuatro aros Audi, quienes ya han aportado muchas soluciones a los motores diésel para hacerlos más eficientes, muestra de ello es el nuevo Audi SQ5 TDi 2019 al que le han anexado un compresor eléctrico para el turbo que a su vez se complementa con un sistema micro híbrido de 48V.
Características principales de propulsión
El nuevo Audi SQ5 TDi 2019 recurre a la tecnología MHEV. Su corazón principal es el motor 3.0 TDi V6 que entrega 347 CV y 700 Nm de par. Este propulsor incorpora un turbo y un compresor eléctrico que le asiste, eliminando su retraso en la respuesta durante aquellos casos en que exista una gran demanda de carga, como por ejemplo, cuando el coche sale de una curva y el conductor pisa el acelerador a fondo. Al activarse el sistema híbrido se enciende el pequeño motor de 7 kW que acelera el compresor hasta las 65.000 revoluciones en solo 300 milisegundos, lo que le genera una presión de 1,4 bares.
Adicional a esto, el motor a combustión es asistido por el sistema Mild-Hybrid de 48 voltios, el cual incluye un alternador que se conecta al cigüeñal a través de una correa que le hace de motor de arranque cuando el conductor deja de pisar el acelerador entre velocidades de 55 y 160 km/h, lo que le permite una recuperación de energía de hasta 12 kilovatios de potencia que se almacena en un conjunto de baterías de litio. De este modo este sistema le permite circular entre las velocidades anteriormente descritas reportando un ahorro de combustible de unos 0,7 litros por cada 100 km. Este sistema asiste al coche por unos 40 segundos una vez haya sido seleccionado desde el drive select apagando el motor a combustión y volviéndolo a encender justo en el momento en que el conductor pise de nuevo el acelerador.
La transmisión que se asocia al gasóleo es la automática Tiptronic de ocho velocidades que a su vez trabaja en conjunto con la tracción total quattro en la que en condiciones normales reparte su par en 40% para el eje delantero y 60% para el trasero. No obstante, este sistema puede de acuerdo a la circunstancias elevar en un 70% el par hacia el eje delantero y hasta en un 85% el eje trasero, pudiendo en las curvas frenar las ruedas interiores mucho antes de que estas comiencen a deslizar y enviar toda la fuerza a aquellas ruedas exteriores que requieran una mayor tracción. En cuanto a su chasis, cuenta con suspensión adaptativa que rebaja la altura hasta por tres centímetros con relación al Audi Q5 estándar y el cual puede ser controlado por los diferentes modos de conducción Audi Drive Select. Sus prestaciones reportadas son una aceleración desde 0 a 100 km/h en solo 5,1 segundos, mientras que su velocidad máxima ha sido regulada electrónicamente a 250 km/h.
Exteriores y habitáculo
A nivel externo el nuevo SQ5 cuenta con una imagen más deportiva que se evidencia claramente en el paragolpes delantero, una parrilla tipo Singleframe con láminas dobles de aluminio, carcasas de retrovisores cromadas, llantas de 20 pulgadas que opcionalmente se pueden pedir en 21 pulgadas y pinzas delanteras de freno en aluminio que serán opcionales en color rojo con el logo 'S' (Sport). En su interior dispone de un volante y asientos de corte deportivo tapizados en tonalidad oscura. No faltarán los diversos asistentes de conducción y el apartado tecnológico de infoentretenimiento del que Audi ya nos tiene acostumbrados. Sus ventas comenzarán a partir del verano y su precio para Alemania arranca desde los 67.750 euros.
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