BMW ha presentado al exponente deportivo de la serie M que está dispuesto a plantarle cara a otros deportivos como el Mercedes-AMG A 35 o al mismo Audi S3 Sportback. Nos referimos al BMW M135i que ha sido vestido con partes de la división deportiva de la marca, M Performance. Es por ello que conseguimos diversos añadidos en fibra de carbono en las que algunas piezas han recibido un tratamiento especial muy similar al que últimamente se encuentran presentes en los superdeportivos de la italiana Lamborghini en donde la fibra de carbono adquiere un acabado muy parecido al mármol y se presenta en el difusor.
Tratamiento M Performance
En los nuevos agregados hechos por la división deportiva de BMW destacan un nuevo acabado para la parrilla de riñón a la que se une un nuevo paragolpes revisado, un divisor delantero junto con conductos que favorecen el enfriamiento y la aerodinámica del auto. A esto se le añaden carcasas de retrovisores laterales compuestos en fibra de carbono, faldones laterales, un gran alerón que sobresale al final del techo y unas nuevas llantas en aleación de 18 o 19 pulgadas. El acabado final lo componen diversos vinilos que identifican el tratamiento M Performance y un gran difusor del que emerge dos salidas de escape.
En su habitáculo presenta un interior deportivo en unos asientos delanteros firmados por M Performance, un volante multifuncional forrado en piel y con una barra roja en la posición 12 en punto. El tratamiento de la división deportiva de BMW se ha imprimido en sus nuevos tapetes y en el pomo de la palanca de velocidades. Dinámicamente el M135i ha sido equipado con frenos más potentes para su eje delantero con discos ventilados y pinzas de mayor tamaño en sobresaliente color rojo.
Por otra parte, el encargado de movilizar a esta belleza es el propulsor mas potente de cuatro cilindros de BMW, el 2.0 litros turbo que entrega 306 CV y está unido a tracción total xDrive. Este motor promete alcanzar desde 0 a los 100 km/h en solo 4,8 segundos. En su versión estándar se valoriza en unos 51.700 euros, por lo que al recibir el tratamiento M Performance hay que subirle unos miles de euros más.
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