Hace poco pudimos observar cuán importante es mantener al día nuestro coche o automóvil; esto lo logramos si aplicamos los mantenimientos preventivos a tiempo. Ahorrar tiempo y dinero es cosa de nosotros mismos. Podemos gastar alguna suma innecesaria, producto de nuestros errores, o podemos ahorrarnos cierta suma si somos precavidos y llevamos un orden detallado de cada cuanto tiempo le practicamos un mantenimiento general a nuestro vehículo. Muchos talvez en algún momento llegamos a pensar que algunas piezas o partes del coche que son hechas con materiales resistentes como el acero, el aluminio o el hierro nunca se vencen o se desgasta. Grave error. Hasta los materiales más resistentes tienen un tiempo de vida útil.
Sino fíjese, por ejemplo, en el material que se utilizaba para la fabricación de las piezas que armaban los coches antiguos. Una especie de lámina de latón o aluminio, que si bien es cierto tenia algunos años de durabilidad desde que el coche salía del concesionario, al cabo de cierto tiempo, producto del sol, el calor, el frio la salitre etc, comenzaba a corroerse o picarse, hasta que finalmente terminaba pudriéndose. Algunos latoneros utilizaban ciertos aditivos para reparar esos daños, y otros cortaban una lámina de aluminio, median el tamaño de la zona afectada y luego, soldaban, pulían, echaban plástico, lijaban, hasta que finalmente les quedaba la pieza como original. Obviamente el trabajo siempre dependía de un buen latonero, porque si nos encontrábamos con algún estafador, a los dos o tres meses veíamos los resultados negativos de su trabajo.
Lo mismo sucede con el resto de las partes o piezas que componen nuestro coche. Mantenerlas en buen estado y sustituirlas antes de que terminen su tiempo de vida útil evitará males mayores que terminen costándonos mucho dinero. Una de esas piezas es el conocido embrague, croché o cluch. Primero, es pertinente saber que es o cual es el uso que se le da a esta pieza, y sobre todo, que podemos hacer para evitar su desgaste antes del tiempo de vida, y cómo hacer para sustituirlo adecuadamente.
Definición del embrague
El embrague, en términos muy sencillos, es esa pieza del coche que se encarga de transmitir la potencia del motor a la caja de cambios. Este elemento fundamental nos permite realizar cambios para incrementar o disminuir la velocidad del carro. También nos ayuda cuando necesitamos incrementar la potencia o la fuerza del motor, y esto generalmente se utiliza cuando circulamos por una pendiente, cuando transportamos carga pesada o cuando necesitamos disminuir la velocidad de manera más cómoda y efectiva. Algunas personas usan más el embrague para disminuir la velocidad de su automóvil que el freno. En sí, su función es muy simple, separar y unir el giro del motor a la transmisión para liberar el movimiento a las ruedas motrices. Es por ello que el embrague debe mantenerse en óptimas condiciones, al día, porque de hecho, en los autos sincrónicos, es la pieza que más se utiliza, desde el mismo momento en que iniciamos el movimiento de nuestro coche.
Mantenimiento o sustitución del embrague
Tomando en cuenta que el embrague es una pieza muy utilizada desde que encendemos nuestro coche, es lógico pensar que este sufra desgastes por mal funcionamiento o mal uso. Algunas de las averías más frecuentes por mal uso son el desgaste del forro del disco del embrague, defectos en el sistema hidráulico, deformaciones en la carcasa e incluso, que se aflojen los tornillos internos que aprietan la pieza. Cuando el embrague comienza a fallar, ¿qué debemos hacer o cómo podemos sustituir eficazmente esta pieza? A fondo podemos decir que no es tan complicado como parece, siempre que contemos con la experiencia, la paciencia y las herramientas adecuadas para tal fin.
Para poder sustituir el embrague por otro nuevo es necesario preparar la zona de trabajo y desde luego contar con las herramientas adecuadas. Habrá que levantar el coche con un gato hidráulico y asegurarse que esté en un lugar plano. Es recomendable el uso de guantes. Harán falta llave de cruz para sacar la llanta, destornilladores, lija y, en caso de que el embrague nuevo no lo posea, un centrador de embrague.
Recuerde llevar un orden. Desconectemos la batería y quitemos la rueda delantera izquierda. Asegúrese de desacoplar con sumo cuidado todo lo que encontrará para llegar al embrague, es decir, caja de cambios, controles de embrague, arranque, transmisión y sensores. Al llegar al embrague, desmonte el disco del plato para montar el nuevo, y asegúrese de limpiar, con una lija, el volante bimasa; pero ojo con el volante bimasa, es una pieza delicada por lo que tenemos que ser cuidadosos al limpiarla. Si la estropeamos tendremos que comprar otra y generalmente es muy cara.
Luego llega el momento de volver a montar todo como estaba antes, por ello es muy importante cerciorarnos de cómo va cada cosa antes de desinstalar, para que luego no se nos olvide y nos quedemos sin saber qué hacer. El embrague debe ser el indicado, para ello debemos consultar el manual de nuestro vehículo. Antes de cerrar el embrague asegúrese de que el disco quedó firme, bien instalado. El centrador de embrague es la herramienta indicada para tal fin.
La prueba
Primero, cerciórese de que el pedal del embrague está a la altura del pedal del freno. Luego, pruebe que su presión y su resistencia sean las más adecuadas. Encienda el motor, pruebe el embrague y haga simulaciones, presionando el pedal y cambiando la palanca de velocidades entre las distintas marchas. Si certifica que todo está correcto, apague su motor, monte de nuevo la llanta y listo, trabajo terminado con éxito. Debemos saber qué tipo de embrague usa nuestro coche, de muelle, de diafragma, hidráulico o autoajustable. Este último se ajusta solo a medida que se desgasta.
Por lo general, los embragues pueden durar mucho tiempo, hasta años, dependiendo del uso correcto que se le dé. Si nosotros mismos lo sustituimos debemos estar seguros de que quedó instalado como debe ser; eso, sumado a su buen uso, alargará el tiempo de vida de la pieza. Sabemos que no todos se atreven a cambiar las piezas de su coche por sí solos. Si no está seguro, acuda a su mecánico o centro de servicio de confianza. Una instalación garantizada nos genera más confianza.
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