El espejo retrovisor desde que fue inventado e incorporado a los vehículos nos ha hecho la vida mucho más fácil y menos peligrosa. Desde su creación y hasta nuestros días, ha jugado un papel fundamental en la seguridad y versatilidad en el manejo de los diferentes vehículos de todo el mundo, desde una bicicleta pasando por las motocicletas, autos de varios tamaños y hasta grandes camiones de carga muy pesada.
Una historia culta y romántica
Hasta el momento existen varios nombres en los cuales se les está atribuyendo la invención del espejo retrovisor sin embargo, aún no se ha terminado de definir, ese trabajo se lo vamos a dejar a los investigadores de la historia automotriz, que ellos sean quienes descubran la verdad y tengan la responsabilidad ante el mundo de informar la verdad, mientras tanto nosotros hemos encontrado una historia bastante interesante la cual, además de ser seria es muy romántica, de tal manera que parte del origen del espejo retrovisor se lo podríamos atribuir a la escritora británica Dorothy Levitt, nacida en Londres en el año de 1882 la cual es considerada una persona muy especial dentro de la historia del automóvil, debido a sus obras tales como The Woman and the Car (La Mujer y el Auto) lo que vendría siendo como especie de un manual de conducción para mujeres en un mundo dominado por hombres.
Cabe destacar que fue la primera mujer piloto de carreras y que según algunos dio la idea del espejo retrovisor. A continuación les compartimos ciertos extractos del libro publicado en 1909: "La señora se sentó en el auto y saco su espejito de maquillaje. Lo miro, lo movió, pero no se fijó en sus ojos ni en su pintura de labios. Lo giro simplemente porque quería ver si iba alguien detrás de ella". "Las mujeres debían colocar un pequeño espejo de mano en un sitio adecuado del coche y elevarlo de vez en cuando para poder mirar hacia atrás durante el trayecto". Luego de esto pasaron algunos años hasta que tomaron la idea implantándola en la industria automotriz.
Dueño de la patente
A pesar de que el piloto de carreras Ray Harroun se le ocurrió en una de las tantas competencias en la que participó usar un pequeño espejo en 1911 en las 500 millas de Indianápolis, la patente de este importante invento se le atribuye a Elmer Berger, quien como visionario empresario logró patentar el retrovisor en el 1921, obviamente para el uso en automóviles e inicialmente no se llamaba espejo retrovisor sino que Elmer Berger lo llamo "COP-SPOTTER". Posteriormente después de varios años y de algo de evolución el "COP-SPOTTER" de Elmer Berger paso a llamarse tal cual como lo conocemos actualmente, "Espejo Retrovisor".
El retrovisor y Henry Ford
En 1914 algunos primeros fabricantes empezaron a montar espejos retrovisores en los vehículos en el día a día, mas no de manera estándar en sus fabricaciones, de tal manera que no fue sino hasta que en el año de 1927 el patriarca automotriz Henry Ford comenzó la implementación del espejo retrovisor en sus modelos T; era algo obvio debido a tan grande visión que poseía en el mundo empresarial que por supuesto estaba adelantado a su tiempo, sin embargo, no fue sino a partir de los años 30 y 40 que el espejo retrovisor paso a ser un componente estándar en todos los vehículos del mundo y no solo en los modelos de la Ford Motor Company.
La actualidad
En estos tiempos de tanta tecnología los espejos han venido evolucionando para mejor, de tal manera que son mucho más grandes, más versátiles, acoplados de acuerdo al tamaño del vehículo, tanto el interno con atenuación automática como los externos, los cuales ofrecen alerta de cruce de canal, con calefacción, ajustes eléctricos, también el interno ofrece brújula reflejado en su superficie, e incluso fusionados a una cámara de visión trasera o de 360 grados con mapas de rastreo. Para finalizar citamos lo que algunos pronostican, y es que de aquí a poco tiempo los espejos retrovisores serán totalmente sustituidos por las cámaras, e incluso por drones incorporados a vehículos eléctricos fusionado a través de Hardware, más en nuestra humilde opinión pensamos que aunque todas esas grandes y esplendidas nuevas tecnologías nunca va estar demás dejar en los coches alguno más que otro espejo retrovisor, porque las tecnologías de vez en cuando fallan, sobre todo cuando son eléctricas y electrónicas, pero las mecánicas y manuales fallan poco, siempre y cuando las cuidemos con mantenimiento preventivo. Tres hurras para el retrovisor.
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