Este es un recuento de uno de los más grandes de la marca italiana, el Ferrari 166 Inter 1948-1950, debido a que fue el primero de la marca en adoptar debajo de su capó un motor de 2 litros y de 12 cilindros, y lo primero que se me vienen a la mente es la palabra poder. Esto por supuesto trajo ciertas modificaciones en cuanto al tamaño de su carrocería tal cual como lo hicieron con el modelo 159 S, de tal manera que en aquellos gloriosos años añorados las carreteras emitían un estruendo apasionante, gracias a este estupendo auto de la marca italiana el cual genero un éxito rotundo.
De las pistas a la calle
Es sumamente importante destacar que el Ferrari 166 Inter 1948-1950 fue el primer modelo de la marca italiana en salir a la calle para clientes individuales, es decir, era un vehículo con apariencia deportiva de carreras pero con el propósito de llegar al público en general, de tal manera que todo aquel en aquella época que tenía las posibilidades económicas de adquirir un coche de estos lo podía hacer, y digo esto porque en su corta vida de 2 o 3 años la compañía solo fabrico 37 unidades, y esto querido lector nos podría dar cierta luz con respecto al alto precio que tenían estos autos.
Del desnudo a la vestimenta escogida
Una de las ventajas de este auto de cara a los clientes de aquella época y que por supuesto tenían las posibilidades de adquirir uno, era que Ferrari lo presentaba al desnudo, en el chasis, dándole a los clientes el privilegio de escoger cual iba a ser la carrocería de su gusto pero sin salirse del diseño claro está, solo podían escoger el tipo de motor, color, tamaño de ventanas, ciertos detalles estéticos y algunas otras cosas con respecto a la carrocería e incluso en el habitáculo. Esto nos dice a gritos que cada ejemplar estaba hecho a mano y no a alta producción, lo que significa que a pesar de que era un único modelo cada auto a emergía de la fábrica con ciertos detalles que los distinguen entre sí, por lo tanto ningún auto se parecía al otro.
Trema motriz
El Ferrari 166 Inter del 1948 al 1950 aparte de ser el primer auto sacado de las carreras y llevado al público en general, también fue el primer coche de la marca en adoptar debajo del capo un poderoso motor de 2 litros y con 12 cilindros, es decir, un verdadero monstruo, el cual estaba acoplado a una caja manual de 5 velocidades.
Y es esa la única razón por la cual se debía hacer este coche a mano, ya que los ingenieros estaban obligados a elaborar una carrocería mucho más grande que la habitual y a su vez le daban el honor a sus clientes de intervenir en la decisión del diseño pero sin perder su estructura principal. Cabe destacar que para poder montar este gigante motor en el chasis, se debió también modificar el miso, es decir el chasis utilizado fue uno tubular de acero y con una distancia entre ejes de 2.42 metros, lo que significa que era muy parecido al chasis del 166 de competición.
El exterior e interior
Por ser este un coche que adoptaba un motor tan grande de 12 cilindros era entonces de esperarse que su frente era más largo que la parte trasera, con un gran y largo capó, con muchas curvas y nada de algún tipo d elemento cuadrado en él, de dos puertas, el parabrisas fue diseñado con una división en el medio, espejos retrovisores cromados pequeñas, luces delanteras redondas pero por otro lado las traseras en pequeñas y rectangulares en dirección vertical, paragolpes delgados pequeños y cromados más dos salidas de escape como resultado lógico de un motor V-12. El interior era sencillo pero muy deportivo y robusto, con volante deportivo de madera y tres radios, asientos de butacas para dos plazas en cuero, pido alfombrado y cuadro de instrumentos típico de aquella época.
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