La historia existe para mostrarnos grandes sucesos del pasado que de alguna manera convulsionaron al mundo. Es así con todos los aspectos de la vida cotidiana, inclusive con el inmenso sector automotriz del cual hay mucho que contar. El mundo de los coches realmente es infinito, basta con preguntarnos sobre un sector en específico para darnos cuenta de que pareciera no tener final; desde la invención, el diseño y posterior fabricación de coches, hasta el apasionante sector de los deportes a motor, todo perfectamente archivado en miles de datos que a la final nos explican el porqué de algunas cosas.
Hoy nos referiremos específicamente al sector automotriz, retrocediéndonos a lo que fueron los inicios de la marca que en la actualidad se caracteriza por la fabricación de coches deportivos; nos referimos a la firma de coches Porsche, conocida en cada rincón del continente europeo y desde luego, por todo el planeta. Hablar de Porsche es estudiar una parte muy importante de la historia automotriz, no en vano han sido galardonados a lo largo de su travesía con muchos reconocimientos de gran importancia. Desde que salió el primer coche de las fábricas germanas Porsche supo cómo dejar una huella importante en el tiempo, y en ejemplo de ello lo detallaremos a continuación.
El tipo 64
Entre los muchos modelos especiales que Porsche diseñó y lanzó al mercado podemos encontrar uno en específico, el famoso Porsche Type 64 del año 1939, de hecho, es el más antiguo que lleva el nombre de la empresa, pero más importante aún, fue el vehículo personal de los fundadores de la compañía, a saber, de Ferdinand y Ferry Porsche. Hablar de este auto realmente es referirse a un vehículo histórico, y talvez el más importante de todos los autos que Porsche ha fabricado a lo largo de estos años. También es bueno detallar que este modelo aún existe, y será exhibido próximamente en la famosa casa de venta de coches RM Auctions, en la ciudad de Monterrey, México.
Parte de la historia del Tipo 64
Para comenzar a definir algo de la historia es bueno precisar que Ferdinand Porsche quería fabricar una versión más ligera y rápida del modelo conocido como KdF-Wagen, que en este caso fue la versión original del VW Beetle. El Porsche favorito de Ferdinand fue uno que se diseñó para participar en una famosa carrera por carretera Berlín-Roma, la cual se disputaría en septiembre de 1939. La corrida nunca se realizó, pero fue el motivo o la razón detrás de la existencia del Tipo 64.
Para aquel entonces, Volkwagen había encargado tres versiones especiales de carrera de larga distancia del modelo KdF-Wagen al mismo equipo de diseño que crearía el Porsche 356. Hay que destacar que estos tres coches se construyeron en Reutter Works, un lugar que quedaba al otro lado de la calle de Zuffenhausen. El modelo Tipo 64 usó el mismo tren de potencia y la misma suspensión del VW Tipo 1 original, aunque fue totalmente distinto en todas las demás áreas, sobre todo la estética; El chasis y el cuerpo de aleación remachada, por ejemplo, utilizaron la tecnología que se usaba en la fabricación de los aviones de la Segunda Guerra Mundial, y el motor, que en este caso era enfriado por aire, generaba unos generosos 32 caballos de poder. Una vez que quedó listo el primero de los tres coches se declaró oficialmente la guerra mundial y este auto pasó a ser propiedad absoluta del Frente Laboral Alemán.
A pesar de aquella pérdida producto de esa expropiación a la fuerza, hay que destacar que Ferry Porsche no se rindió y continuó completando los otros dos proyectos que tenía en mente; lo más importante es que logró utilizar esos coches como bancos de pruebas para la empresa Porsche, y convirtió el Tipo 64 en una especie el eslabón perdido entre el Beetle y el 356. El tercer modelo tipo 64 se creó a partir del chasis del primer automóvil después de que éste quedara perjudicado tras sufrir un accidente con el Director general de VW al volante en junio de 1940. Este automóvil se aprovechó para darle un uso familiar, y desde allí fue conducido precisamente por Ferdinand y Ferry Porsche. Unos años más tarde, cuando la compañía se mudó a Gmund, Austria, de 1944 a 1948, se mantuvo junto al segundo auto, pero el número 3 fue el único ejemplar que pudo sobrevivir a la guerra.
De este auto destaca el hecho de que fue el propio Ferry Porsche quien escribió las letras en relieve que deletrean 'PORSCHE' en el frente del coche cuando registró lo registró en Austria. En 1947, el reconocido Pinin Farina restauró el automóvil y un año después se mostró el resultado cuando el Tipo 64 se exhibió junto al nuevo Porsche 356.
Es muy importante para los coleccionistas
Muchos historiadores del sector automotriz y expertos en coches concuerdan en que sin el Tipo 64 no habría Porsche 356, ni el modelo 550, y menos el conocido como 911. El auto tipo 64 fue prácticamente quien dio origen a la leyenda de la compañía, y en un futuro cercano los grandes y más pesados coleccionistas tendrán la oportunidad de comprarlo y conducir ese coche que tanto Ferdinand y Ferry Porsche disfrutaron a plenitud. Quien logre adquirir este vehículo tendrá la oportunidad de asistir a todos los eventos de Porsche en primera fila.
Datos finales
Definitivamente el tipo 64 es un tesoro histórico que dio pie a que otros modelos conocidos de la firma existieran, de hecho su importancia es tal que el costo de este coche se calcula en un billón de dólares. Mucha suerte a quien intente poseerlo a través de subastas.
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