Tal como los cuentos de hadas, cuando hablamos de coches clásicos a más de uno le llaman la atención; y es que ambas cosas tienen mucho en común, nunca pasan de moda. Un coche clásico es considerado una joya que quedó en el tiempo, pero que marcó tendencias cuando salió al mercado. Su influencia en muchas personas fue tal, que jamás pasó desapercibido. Los coches clásicos generalmente llevan consigo un sinfín de cosas interesantes, por ello no es de extrañar que, con el pasar del tiempo, se revaloricen hasta alcanzar precios que superan abiertamente su costo inicial, inclusive hasta llegan a superar el costo de un automóvil de última generación.
La eterna batalla
Si hablamos de un Ferrari nos estaríamos refiriendo a las grandes ligas en el mundo automotriz mundial, pero lo mismo aplica a su archienemigo principal, Lamborghini. Desde sus inicios, la historia de ambas marcas ha sido catalogada por expertos como rica en muchos sentidos; desde su participación en las competencias automovilísticas más importantes del mundo, hasta el diseño y la fabricación de coches catalogados como súper deportivos, vehículos de serie cuyas prestaciones son tan elevadas que hasta cuesta creer que sean homologados para circular por nuestras principales calles y avenidas.Hablar de Lamborghini, por ejemplo, es hablar de coches interesantes. En nuestros días, un coche de la firma ítala puede alcanzar niveles económicos astronómicos, inclusive, se sabe que los coches italianos no son hechos para ser disfrutados por cualquiera, sino por personas que poseen un gran nivel económicos para darse ciertos lujos extravagantes. Los modelo Murcielago o Centenario parecen coches de otro planeta; algunas personas que han tenido la oportunidad de probarlos han comentado que conducirlos es como llegar a otras magnitudes. Es por ello que la fama de los deportivos ha traspasado las fronteras, inclusive se preparan en pro de intensificar su presencia en este 2018.
Nació el Miura
Pero no solo es interesante poder conocer a los Lamborghini del mañana. Por si no lo sabía, en la década de los años 60 la firma italiana presentó una edición especial que vino de alguna manera a plantarle cara a Ferrari. Este modelo en específico contó con la aceptación de muchas personas, de hecho se cuenta que antes de mostrar la versión final, ya la marca poseía un sinfín de solicitudes de fanáticos que querían hacerse de uno de estos vehículos. Pero vale la pena acotar que el Miura nació como un proyecto secreto, gracias a los diseñadores e ingenieros que decidieron superar abiertamente a los de Maranello.
Fue en el Salón del Automóvil de Turín cuando se presentó por primera vez el Miura, o por lo menos, un chasis rodante. La forma deportiva del coche, sus líneas bien definidas, su aspecto agresivo y la tecnología que prometía lo convirtieron en uno de los favoritos de la sala de exposiciones. En 1966 Feruccio Lamborghini llevó al Salón del Automóvil de Ginebra un prototipo con motor central V12 que, aunque todavía le faltaban ciertos detalles mecánicos, cautivó a los miles de asistentes que se dieron cita a la exposición. Luego del contundente éxito decidieron ponerle por nombre el Lamborghini Miura.
Prestaciones mecánicas
Para muchas personas de la época, el Miura era un vehículo muy completo que cumplía con todos los requerimientos mínimos de un súper deportivo; este coche generaba unos 350 caballos de poder, gracias al motor V12 de 3,9 litros. El cual se posicionaba en el coche detrás, y en posición central. El Miura poco a poco fue evolucionando hasta llegar, en 1970, a desarrollar unos 440 caballos de fuerza. Su producción terminó en 1973, y luego fue sustituido por el Lamborghini Countach.
A pesar del tiempo, todavía quedan algunos Lamborghini Miura circulando por ahí, inclusive a veces son protagonistas de las grandes casas de subastas, donde son vendidos por grandes sumas de dinero. Sin duda, el Lamborghini Miura seguirá siendo un vehículo inmortal.
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