Para nadie es un secreto que la única manera de conservar en mejores condiciones nuestro coche es al realizarle sus mantenimientos mecánicos cada vez que la situación lo amerite. La vida de cada coche dependerá del buen uso que como conductores de demos. En ese sentido no podemos dejar de mencionar a muchas personas que caen en la desesperación cuando sus coches comienzan a fallar y no se explican el porqué; a cuantas personas no hemos escuchado decir que tal modelo o tal marca no es buena o no es confiable. Diversos estudios han demostrado que generalmente no depende de las marcas el que un vehículo dure para toda una vida, sino de sus propios dueños.
Entonces, ¿se encuentra usted entre las personas que constantemente se queja porque su coche no deja de fallar? Si es así, ¿Cuándo fue la última vez que le realizó un mantenimiento preventivo o correctivo? Dos buenas preguntas que merecen nuestra atención porque de allí partirá la solución a nuestros problemas mecánicos. Hay partes y piezas mecánicas en nuestro coche que deben mantenerse o cambiarse cada ciertos kilómetros; algunas de estas piezas requieren de nuestra atención cuando rodamos 5.000 kilómetros, pero otras pueden durar inclusive unos 100.000 kilómetros de recorrido, eso sí, dependiendo del trato que se le dé al coche.
El chequeo preventivo comienza temprano
Por ello es importante saber o tener una idea de cuáles son esas piezas que requieren de nuestra atención cada ciertos kilómetros ya que solo así nos evitaremos malos ratos en la via, y los altos costos producto de las reparaciones posteriores; pero no solo entra en juego el ámbito ahorrativo, también nuestra propia seguridad y la de las personas que nos acompañan. Imáginese, por poner un ejemplo, que pretendemos realizar un viaje largo con nuestro coche y resulta que tenemos un neumático desgastado, liso, con ampollas y desfigurado. ¿No sería esa una situación peligrosa que pudiéramos evitar? Seguramente sí.
Podemos indicar entonces que este mantenimiento tiene por objetivo evitar daños de gran importancia tanto para nuestro coche como para nosotros como conductores. El mantenimiento preventivo comienza mucho antes de los 5.000 kilómetros; todas las mañanas cuando nos disponemos a ir a nuestra oficina tendemos a mirar nuestro coche por fuera, percatándonos de cada cosa que simplemente nos parezca extraña. En ese vaivén terminamos realizando un chequeo fugaz, que muchas veces se convierte en certero cuando detectamos alguna anomalía. Es así como nos acostumbramos a vigilar nuestros coches y su comportamiento diario.
Cosas que se recomienda cambiar, mantener y sustituir según el kilometraje
El aceite del motor y el filtro son infaltables en esta breve lista de cosas. Por lo general, el aceite de motor cumple una vida útil, cuando esto sucede tiende a ponerse de color negro, quemado, y pierde por completo sus propiedades. Así que atento con esto, no se le olvide, cuide su motor y manténgalo siempre con la mejor lubricación.
Otros detalles que también podemos incluir en la lista de los 5.000 kilómetros son la revisión de sus neumáticos, en este caso, la banda de rodamiento y la presión adecuada. Revise el estado de las correas del motor, cerciórese de que todos los fluidos estén en el nivel recomendado caso contrario proceda a llenarlos nuevamente. Si su coche es de caja sincrónica revise como está la tensión del embrague y por último, revise los led de su tablero e infórmese si alguno está encendido y no sabe de qué se trata.
El mantenimiento a los 10.000 kilómetros incluye otra serie de elementos. Comience revisando leds indicadores de su tablero, si alguno está encendido revise al manual de su coche e infórmese. También es recomendable revisar el sistema eléctrico, cómo está el alternador y el arranque, vea si no tiene fugas de aceite o cualquier otro fluido, revise la presión de sus neumáticos, lleve su coche a que le practiquen alineación y balanceo, revise como está la tensión del freno de mano, rote los neumáticos, entre otras cosas. Algunas personas recomiendan un lavado de su motor; por lo general he tenido malas experiencias luego de lavar el motor del coche porque a veces, motivado a la presión de la manguera, terminamos aflojando cables o sensores que luego nos traen dolores de cabeza innecesarios. Recomendamos tener precaución o simplemente utilizar un paño húmedo y una pequeña escoba para extraer el polvo que se acumula dentro del capo.
Luego de 20.000 kilómetros hacemos casi lo mismo, es decir, revisamos el sistema eléctrico, los fluidos del coche, las luces y leds indicativos, pero además debemos incluir engrasar las ruedas traseras con la finalidad de contribuir con un mejor rodamiento. También podemos incluir cambio de filtro del aceite, filtro de la gasolina o combustible, revisar la suspensión, entre otras cosas.
A los 100.000 kilómetros, recomendaciones finales
La vida útil de nuestro coche, como mencionamos al comienzo del artículo, solo dependerá de nosotros, por ello, al llegar a los 100.000 kilómetros de recorrido debemos realizar cosas más profundas a fin de garantizar un óptimo funcionamiento del coche. Es por eso que, llegada a esta cantidad finalmente le recomendamos realizar una alineación sencilla con dos balanceos, Hacer una sincronización motor de 4 cilindros de inyección o de carburador, realizar otro ajuste en la suspensión, cambiar bujías, cables delas bujías, líquido de los frenos, pastillas de freno, correa de los tiempos, aceites, y todas aquellas partes o sensores cuyo funcionamiento deje de ser el más óptimo.
Hay algunas cosas que podemos hacer nosotros mismos, de hecho, es una buena manera de ahorrarnos algo de dinero. Sin embargo, si usted no se siente en capacidad y le da temor hasta desconectar un cable le recomendamos que no lo haga y llame a su mecánico de confianza, a la final, lo barato sale caro y más vale prevenir que lamentar.
Artículos recomendados