No me cansaré de decir que este año 2018 ha sido de muchas celebraciones de aniversario con respecto a coches, muchas marcas y modelos han estado cumpliendo años de vida. 40, 50 y hasta 60 años de vida como lo es el Skoda 1100 OHC que está de fiesta. Las imágenes del 1100 OCH que le presentamos en este artículo son una joya, porque estas imágenes son de uno de los dos autos deportivos versión descapotable sobrevivientes que se fabricaron de este modelo, el cual es exhibido al público en el museo de Skoda en Mlada Boleslav, toda una belleza. Hablemos de ello.
La historia
El proyecto del Skoda 1100 OHC se comenzó a desarrollar en la primavera del año 1956 saliendo posteriormente por primera vez en el año de 1958 motivo por el cual es la celebración. Esta primera aparición fue apoteósica porque a finales del mes de junio del 1958 participo en la carrera del circuito municipal de Mlada Boleslav obteniendo el triunfo de la competencia, y por supuesto que para esta victoria hubo alguien detrás del volante, nos referimos al experimentado Miroslav Fousek.
Por supuesto que esto no quedo allí, porque hubieron más triunfos en competencias locales e internacionales obviamente con otros pilotos, sin embargo, el Skoda 1100 OHC tuvo un tiempo oscuro porque en los años 50 y 60 el comunismo de la unión soviética había abarcado mucho terreno por lo que el 1100 OCH solo podía competir en países socialistas. No puedo terminar lo que es la historia del Skoda 1100 OHC sin antes destacar que en el 1959 la marca checa fabrico dos unidades más pero en la versión Coupe con carrocería de aluminio.
Detalles externos e internos
Este auto tenía una longitud de 3.88 metros, una anchura de 1.43 metro más 964 milímetros de altura con una distancia entre ejes de 2.20 metros. Esto nos indica que era un auto no muy grande pero tampoco pequeño, de tal manera que con su estatura media podía hacer grandes proezas, y no sé por qué razón tengo la percepción personal de que el diseño exterior del Skoda 1100 es parecido al Mach 5 de Meteoro, por supuesto que el frente hace la diferencia, pero con respecto a los laterales y la parte trasera se podría decir que los diseñadores de la caricatura japonesa Meteoro fueron inspirados por el protagonista de este artículo, ya que volviendo a lo que son sus laterales debo decir que son muy musculosos y con protuberantes molduras en todo el largo del coche, de tal manera que ambos lados forman parte de los guardapolvos y de las luces tanto traseras como delanteras, y del lado del piloto e lateral presenta unas entradas de aire.
El capo de este descapotable checo obtiene una considerable inclinación hacia adelante terminando con una pequeña y enrejada parrilla, lo que nos indica que este coche por extraño que parezca no presenta paragolpes en ninguno de los lados. La parte trasera primeramente ofrece una alta moldura en el lado del conductor que sale de la carrocería y que cumple con la función de pertenecer en parte al espaldar del asiento, para darle al piloto mayor respaldo corporal y justamente al lado de esa moldura está el maletero el cual ofrece espacio para guardar una llanta de repuesto y algunas otras herramientas.
En lo que se refiera al habitáculo no es mucho lo que se puede decir, porque para la época era muy sencillo, ya que fue creado para la competencia y no para el confort oh la elegancia, sin embargo, era algo romántico, solo imagínese conduciendo este auto por las colinas de Mónaco con gafas oscuras, una bufanda bailando a través del viento y una bella mujer a su lado, nada mejor ¿cierto? Esta agradable imaginación es posible gracias a que el habitáculo a pesar de su sencillez nos presenta dos asientos deportivos tapizados en cuero con diseño de costura vertical, volante deportivo hecho de fuerte madera y un cuadro de instrumentos de diseño redondo.
Tren motriz
El motor que propulsaba este descapotable checo era de cuatro cilindros en línea y de 1089 cc con dos árboles de levas en el cabezal del cilindro, el cual entregaba 92 caballos de fuerza a 7700 rpm y con una velocidad máxima del motor de 8500 rpm/min. Todo este poder era algo extraordinario ya que para la época un auto que ofreciera 85 caballos de fuerza era todo un gigante, por lo que el Skoda 1100 OHC habría superado todos los record de poder, aunado a que este poderoso deportivo checo utilizaba de combustible carburante de aviación de alto octanaje.
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