Si existe una versión del Porsche 911 valorada por los coleccionistas no es otra que las versiones RS originales, siglas de Renn Sport, que no en vano han aumentado su cotización de manera espectacular en los últimos tiempos. Versiones fabricadas con destino a poder homologar el modelo en competición, ya fuera de manera oficial o como modelo destinado e equipos cliente de la firma alemana, que tenían en las versiones RSR el perfecto arma con el que competir en muy distintos campeonatos por todo el globo.
Sobre las versiones Carrera RS 2.7 Porsche creó poco más de un centenar de unidades del espectacular RSR, elevando la cilindrada a 2.8 litros y con unos 300 caballos, que se convirtieron en el arma a batir en numerosos campeonatos por todo el mundo, venciendo incluso a no pocos prototipos, a priori más rápidos y avanzados técnicamente. Para la temporada de 1974, Porsche modificó la última evolución de 3.0 litros del RSR de 1973, que si bien era más pesado, contaba con mejor adherencia y maniobrabilidad que su antecesor, por lo que pronto se convirtió en la referencia del Grupo 4 de su época y en muy distintos campeonatos, como el IMSA, Trans Am y el Campeonato del Mundo FIA.911 Carrera RSR 1974
Desarrollado en la época que el 911 de la Serie G, la segunda generación del modelo, saltaba al mercado, las versiones RSR de 1974 contaban ya con los rasgos estéticos del nuevo modelo pero sin embargo estaba basado técnicamente en el 911 Carrera RS de 3.0 litros de la temporada anterior, lanzada a finales del fin de la primera generación del 911. La carrocería del nuevo modelo estaba ensanchada a unos niveles no vistos antes fuera de los circuitos, lo que hace destacar esta especial versión deportiva del 911 por encima del resto de derivados del modelo de aquella época, incluidos los propios Carrera RS 2.7 anteriores.
Aunque empleaba la misma mecánica de 3.0 litros, las versiones especiales RSR contaron con una compresión elevada, lo que llevo a un aumento de potencia, hasta unos impresionantes 330 CV 8000 rpm, aunque la mayoría de las unidades que salieron de fábrica alcanzaban los 350 CV. Manteniendo la misma transmisión de cinco velocidades de los RS, a la que se acopló un nuevo embrague de Sachs.
También eliminaba el tradicional alerón trasero en cola de pato en favor del más nuevo y de mayor tamaño alerón horizontal tipo cola de ballena, que fue estrenado precisamente en la serie 930. Destinado exclusivamente para competición, de la versión RSR se fabricaron unos pocos ejemplares, que eran considerablemente más anchos que el Carrera RS 3.0 litros de calle de 1974. Estando este también ensanchado con respecto al 911 Carrera original.
La escasa producción del modelo llevó a que muchos de los pocos ejemplares matriculados que se encuentran disponibles sean realmente conversiones del Carrera RS 3.0 o de otras versiones menores del modelo, como el ejemplar que ilustran las imágenes. Una espectacular conversión a la versión RSR de 1974 que está disponible en suelo británico, que es donde tuvimos la ocasión de estudiar sus espectaculares formas, extraídas directamente de la bestia nacida para dominar los distintos circuitos del planeta.
Imágenes: EN / Car Bone Flatsix Design
Artículos recomendados