Como sabemos, la vida de todo vehículo es su motor. Sin el motor los coches no andarían, y volveríamos a las épocas en donde los caballos eran los que arreaban las carretas y el método de transporte para trasladarnos de un lugar a otro. Es por eso que tenemos la obligación de cuidar de nuestros motores; mientras le demos el mantenimiento preventivo adecuado, nos garantizamos que no fallen, y nos dejen a medio camino. Pero recuerde, no solo el mantenimiento basta para que nuestro motor alargue su vida, el trato, la manera como lo usamos a diario también influirá en su rendimiento y tiempo de expiración.
Sin importar sus diferencias, cualquier motor, turbo, turboalimentado, antiguo o de última generación, necesita de ciertos cuidados para extender su tiempo de vida útil. A veces, por muy increíble que parezca, hasta con pequeños detalles podemos alargar el tiempo de vida de nuestros motores. Si bien es cierto que la tecnología nos ha llevado a niveles en donde los motores de los coches son prácticamente imposibles de reparar por nosotros mismos, si podemos, hasta con las técnicas más antiguas, cuidarlos y extender su uso de manera óptima desde el momento en que se enciende y los echamos a andar.
El turbo es un elemento muy importante dentro de los motores de última generación. Esta pieza le genera más potencia a los propulsores y actúa como una especie de turbina. Pero como todo componente, si no se usa adecuadamente o no recibe los cuidados respectivos, su tiempo de vida se acorta. Es por ello que resultan muy importantes todos esos consejos que tienen que ver con el cuidado de nuestros motores. Algunos quizás cuenten con el suficiente poder adquisitivo como para mandar a reparar o sustituir su motor si este dejará de funcionar en este momento. Sin embargo, es más beneficioso saber que pesa más la seguridad al conducir y llegar seguros a nuestros destinos, que abusar de nuestro motor y correr el riesgo de quedarnos varados en cualquier carretera y pasar por ese mal rato, sobre todo, si ocurre a altas horas de la noche.
Calienta un poco tu motor
Al arrancar siempre se ha recomendado esperar a que el motor se caliente un poco. Para muchas personas, este pensamiento o esta recomendación está desfasada de todo sentido, sin embargo, está comprobado que es necesario que todas las partes que componen el interior del motor se lubriquen, y de paso, alcancen cierta temperatura para completar un arranque idóneo. Pero ¿Cuánto tiempo se necesita para alcanzar la temperatura adecuada? Es muy simple, no es necesario esperar diez minutos para dar marcha al motor, con dejarlo unos dos minutos, mientras nos acomodamos, nos hacemos del cinturón de seguridad, sintonizamos la radio y comprobamos que todo está bien será suficiente.
No arranques de golpe
Otro detalle importante es no dar marcha de golpe. Arrancar bruscamente, como algunos tienen por costumbre, como picar cauchos o neumáticos es totalmente perjudicial. Imagínese, por ejemplo, que cada vez que arranquemos de esa manera estiramos más y más la correa de tiempos; si se da el caso de que la correa de los tiempos se rompe, ¿sabe usted los daños que puede causarle a su motor? Válvulas dobladas, rectificación de cámara, hasta pudiese llegar a los pistones del propulsor. Esto se traduce en una reparación bastante costosa.
Deja reposar el motor
Otro detalle de interés tiene que ver con dejar reposar el motor una vez lleguemos a nuestro destino, sobre todo cuando hemos conducido a altas revoluciones o pegando acelerones. Debemos permitir que el turbo se enfríe, recordando que esta pieza se lubrica con el aire del motor. Si apagamos el propulsor sin dejar que repose, el turbo dejara de recibir el aire del motor, el que lo lubrica, y continuará girando, pero rozando sus piezas. Esto provocará un desgaste prematuro e innecesario.
Conduce en los límites de revoluciones adecuados
Trata de conducir con el régimen adecuado de revoluciones. Sin más y sin menos. Hay algunos casos puntuales en los que se puede trabajar a máxima revolución, como por ejemplo, en motores preparado para competencia. El hacer trabajar a nuestro motor siempre por encima del límite de revoluciones óptimo hará que las piezas y componentes sufran más desgaste de manera innecesaria, incluso, no se recomienda estirar el turbo más allá de los límites de potencia ya que el empuje comenzará a disminuir y no lograremos mayores prestaciones.
Cambie el aceite a su debido momento
El aceite es el fluido que permite que todas las piezas del motor se lubriquen. Mantenerlo al día es de vital importancia, y sobre todo, que se mantenga lo más puro posible. Para esto es necesario sustituir los filtros, y cambiar el aceite cada 5000 kilómetros de recorrido. En este sentido, es pertinente que hagamos una buena inversión, y que no tratemos de ahorrar comprando lubricantes de baja calidad. Los aceites más costosos generalmente son los del tipo sintético, y estos son los que mantienen su calidad por un mayor tiempo de recorrido.
Pero mientras cambia el aceite, nunca está de más que compruebe sus niveles, así detectará si su coche está consumiendo aceite, o tiene algún bote. Tenga mucho cuidado y cerciórese de que los niveles estén en su estado normal; un motor que se queda sin aceite se tranca, y los resultados son catastróficos y costosos.
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