Tras hacerse con gran parte del mercado de las berlinas, donde tenía que luchar con modelos de la talla del Citroën Xantia con su suspensión hidroactiva (del que hablaremos en otro capítulo), llegó un restyling en 1998 en el que se conservaban las líneas de la carrocería, pero mostraba unos paragolpes, faros y pilotos rediseñados.
Su interior también mostraba cambios, aumentando además la calidad de los materiales empleados y los asientos eran más confortables y seguros, gracias a los reposacabezas "tipo libro" que incorporaban de serie.
La seguridad se veía mejorada, añadiendo, de serie, cuatro airbags, abs, cinturones con pretensores (en los asientos delanteros), faros antiniebla,...
Aunque la gran beneficiada fue la gama mecánica, añadiendo nuevas mecánicas y mejorando las ya existentes, aunque algunas mecánicas, como la diésel 2.2dT de 115 CV se quedó hasta la llegada del 1.9 dCi.
Y hablando de mecánicas, encontramos varias opciones que, a los amantes de la gasolina, puede resultarles llamativas. La más potente provenía de un V6 de origen PSA, un 3.0 V6-24V de 194 CV, que era capaz de desarrollar un par motor de 267 Nm a 4.000 R.P.M.
De serie, se ofrecía con una caja de cambios manual de 5 velocidades, mientras que opcionalmente, estaba disponible una caja de cambios automática de 4 velocidades.
Alcanza una velocidad máxima de 235 Km/h (230Km/h con caja de cambios automática), y realiza un 0 a 100 en 7,7 segundos, tiempo que se incrementa hasta los 8,9 segundos si elegimos la opción con caja de cambios automática.
Sin embargo, su peor cara es sin duda la de los consumos, en ciclo extra-urbano, nos arroja unas cifra de entre 8,1 y 8,3 litros a los 100. Sin embargo, si miramos la cifra que es capaz de realizar en ciudad, encontramos una cifra de, entre 16,1 y 17,1 litros a los 100.
No es la única mecánica interesante
Pero si queremos una mecánica potente sin llegar al extremo del fantástico, pero "tragón" V6, encontramos el 2.0 16V.
Esta mecánica nos ofrece 140 CV y un par motor de 188 Nm a 3.750 Nm. Disponible únicamente con caja de cambios manual de cinco velocidades, es capaz de alcanzar 208 Km/h, y de realizar el 0 a 100 en unos 9,8 segundos.
El consumo es bastante más contenido, encontrando una cifra de 6,1 litros a los 100 en ciclo extra-urbano, mientras que en ciclo urbano, vemos cifras de 10,5 litros a los 100.
Esta última mecánica se ofrecía en carrocería berlina y break, y con equipamiento RT y RXE (los dos disponibles en la época), mientras que el 3.0 V6-24V solo se ofrecía en carrocería berlina y con el equipamiento RXE.
El equipamiento RXE era el más completo que ofrecía el Laguna, con elementos como el climatizador, ordenador de abordo, sintetizador de voz (el coche, mediante una voz, te avisa de si alguna puerta no está cerrada, el cinturón del conductor no está abrochado e incluso de fallos o averías que se produzcan), parabrisas atérmico,... y en exclusiva, el 3.0 V6-24V contaba de serie con dirección asistida variable y alerón, mientras que la versión automática disponía de asientos delanteros con ajuste eléctrico y memorizable.
Se podían elegir 13 colores, aunque la motorización V6-24V tenía limitados los colores a los metalizados, es decir, disponía de 10 colores a elegir.
Espero que con esta nueva entrega, hayas descubierto otro modelo interesante, potente y quizá, olvidado, y de los que ahora mismo se podría tener en cuenta a la hora de buscar en segunda mano, dado el bajo precio de las unidades.
Si queréis sugerir algún modelo, no dudéis en decirlo a través de los comentarios o redes sociales, y trataremos de atender vuestras sugerencias.
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