La seguridad vial siempre es un tema de vital importancia, no solo para los conductores, sino para quienes circulan por nuestras calles, avenidas, autopistas y carreteras. Los peatones siempre son el blanco fácil de conductores inexpertos o negligentes, es por ello que cada año las cifras por lesionados y muertos debido a accidentes de tránsito aumenta. Aunque a veces no lo parezca, tener un coche es una responsabilidad mayúscula. Muchas personas obvian lo que significa ser conductores, e incurren en faltas que les terminan generando llamados de atención y hasta multas bastante abultadas a nivel económico.
Los faros y su papel en la seguridad
Nuestro auto tiene un sinfín de partes y piezas que deben revisarse con al pasar del tiempo; todas esas piezas, indiferentemente del lugar donde se ubique o la función que cumpla en el coche, sufren desgaste, es por ello que necesitan mantenimiento o simplemente ser sustituidas por otras. Entre los sistemas de seguridad más importantes del coche encontramos uno que generalmente pasa desapercibido, inclusive estando a simple vista. Nos referimos a los faros del coche, ese juego de ópticas que se componen, tanto por las luces diurnas, como por los potentes faros. Pero seguramente usted se pregunte, ¿qué tienen los faros que ver con nuestra seguridad? A continuación trataremos de darles la respuesta.
Para comenzar, los faros se ubican en la parte delantera del auto, justamente luego del capo, entre la parrilla del coche. Los faros son esas piezas que nos permiten visualizar el camino cuando circulamos por zonas oscuras, además nos hacen visibles, por así decirlo, ante otros conductores que vienen de frente a nosotros; dada su función, es importante tener los faros al día, revisarlos de manera constante, y sustituir los bombillos cuando estos se quemen. Los coches no pueden circular con los faros dañados ya que podrían acarrearse multas elevadas, además de poner en riesgo su propia integridad.
Pero existe un mal que aqueja a la mayoría de los faros, sobre todo a los que usan los coches de origen chino. En la mayoría de los casos, las pantallas de los faros pierden lucidez, o simplemente se opacan, disminuyendo su funcionalidad hasta en más del 50%. Es preciso tomar en cuenta estos detalles, y pulir las pantallas, o en el peor de los casos, sustituirlas por otras nuevas; pero, ¿qué tan complicado es pulir las pantallas de los faros? En esta oportunidad aprenderemos, mediante unos breves consejos, cómo hacerlo, y qué resultados obtendremos tras ello.
Cuándo pulir
Lo primero que debemos entender es cuándo pulir los faros de nuestro coche, y para saberlo es preciso conocer cómo se deterioran. Cuando sacamos el coche de agencia todo es perfecto, incluido los faros. Las pantallas de las ópticas son completamente transparentes, tanto que se puede ver a través de ellas todo el componente de la iluminación del coche. Sin embargo, con el pasar del tiempo, y motivado a diferentes factores como la intemperie, el sol o la lluvia, los van opacando hasta ir reduciendo poco a poco su eficacia.
Lo recomendable en estos casos es no continuar circulando, sobre todo en las noches, por lo menos hasta que se resuelva el tema de los faros opacos. Una óptica al 100% nos muestra cada detalle de la zona por la que vamos circulando. Cuando los faros están opacos sencillamente pierden su porcentaje de iluminación, hasta que llega el momento en que, mantenerlos encendidos es igual a no tenerlos. El primer problema al que nos enfrentamos es la policía, y en segundo lugar, nos hacemos transparentes y podemos ser blanco fácil de aquellos conductores que vienen del lado contrario, o incluso, atropellar a cualquier transeúnte.
Cambie el faro
La siguiente interrogante que surge es, ¿Cuál es la solución a los faros opacos? Pues bien, la primera de ellas viene a ser la más eficaz, pero a su vez la más costosa; cambiar el faro. Sustituir esta pieza representa cierta cantidad importante de dinero, todo depende del modelo de coche y la marca. Al gasto de compra debemos agregarle la mano de obra, sobre todo si nosotros no poseemos conocimientos para cambiar el faro o simplemente no nos atrevemos a hacerlo por temor a dañar cualquier otra cosa. Sea este su caso o no, esta siempre será la solución más eficaz, sobre todo porque un faro nuevo tendrá mejor iluminación que uno desgastado u opaco.
Pulir el faro
El segundo método, y el más económico es pulir el faro, para ello debemos tener a la mano agua, jabón, lijas 400, 1000 y 2000, cinta de carrocero o la que se utiliza para proteger el coche cuando se pinta o se retoca alguna pieza, pulidora, pulimento líquido o silicona. El proceso consiste en lavar la superficie con agua y jabón, luego de ello comenzar a utilizar la lija número 400, bien sea con una taladora o a mano. No será necesario afincarse mucho o ejercer mucha presión sobre la pieza, recuerde que se trata de una parte delicada del coche. Luego de usar esta primera lija pasamos a las más suaves, en este caso la número 1000 y 2000 repitiendo el mismo proceso; cabe destacar que las lijas las usará con agua.
Pulimento y barnizado
Luego de utilizar las lijas debe limpiar nueva mente el faro con agua y jabón. A continuación usará la pulidora con un disco de lana; también lo puede hacer a mano con un trapo, pero debemos recordar que el proceso es más tardío y cansón. Luego de pulir el faro, y que la pieza retome su transparencia procederemos a limpiar nuevamente el faro hasta eliminar cualquier residuo. Por último conviene agregar un poco de barniz a los faros para que el pulimento dure por más tiempo. Si bien es cierto que el pulir los faros no es del todo eficaz, en sí es el método más económico y de momento nos ahorramos algo de dinero, sin embargo, si la pieza está muy desgastada y opaca será conveniente pedir una cotización para adquirir un faro nuevo.
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