Este otoño se cumplían nada menos que cuarenta años del nacimiento del modelo que dispone de una de las siluetas más icónicas y reconocibles de la marca de Maranello, el Ferrari 308 GTB. Uno de los modelos de más éxito de la marca y que llevo a Ferrari a convertirse en un verdadero fabricante de deportivos de cierto volumen, siendo además durante años la referencia tanto de su segmento como de la firma fundada por Enzo Ferrari.
Lanzado en 1975, como muchos de los modelos de la marca fue presentado en el Salón de París, evento en el que polarizó notablemente las opiniones de los aficionados de la marca, ya que como todos los grandes Ferrari fue acogido en parte con recelo por romper con los entonces considerados perfectos volúmenes del modelo al que sustituía, el 246 GT, aunque para muchos otros, simplemente disfrutaba de una carrocería escultural.
En una época en la que la corriente de diseño imperante era el wedge design, de ahí su característica línea tremendamente afilada, que pasadas ya tantas décadas sigue resultando atractiva y sobre todo, parecer no haber acusado el paso del tiempo, estando sus líneas plenamente vigentes aún.
Como algunos de los modelos más importantes de la historia de Ferrari, el 308 GTB fue dibujado por el maestro Leonardo Fioravanti, que en la década siguiente supervisó el diseño de modelos como el Testarossa, otras de las siluetas más características e identificables de la marca de Maranello.
Las líneas maestras del 308 GTB fueron el resultado de adaptar el diseño de su antecesor, el Dino 246 GT, con el por aquel entonces deportivo insignia de la marca, el galáctico 365 GT4 Berlinetta Boxer, nacido para rivalizar con el Lamborghini Miura y el entonces aún joven Lamborghini Countach.
Aunque de un primer vistazo no lo pueda parecer, el 308 GTB parte de las líneas y volúmenes generales del Dino, con el que compartía el mismo bastidor multitubular y la disposición transversal del motor, aunque en el caso del 308 GTB emplea un motor de 8 cilindros en sustitución del V6 que daba nombre al Dino.
Al igual que este, el 308 contaba con dos variantes de carrocería, el coupé cerrado 308 GTB y la de techo practicable tipo targa, el 308 GTS, dotado de un panel desmontable de color negro realizado en materiales plásticos.
Como el Dino, no contó con una variante descapotable completa como tal, teniendo que conformarse los clientes de la época con el 308 GTS, al menos hasta la llegada del Mondial cabrio, derivado también del Ferrari 308.
Precisamente el antecesor del Mondial, el 308 GT4 de 2+2 plazas, era otra variante del 308, compartiendo con este bastidor, motor y transmisión, además del número de la denominación que no el nombre, ya que este fue comercializado bajo la enseña Dino, no como Ferrari.
Era moderna
El 308 es considerado por muchos como el primer Ferrari de la era moderna, ya que aunque no fue el primer modelo en emplear motor central o los entonces actuales faros retráctiles, otro de los elementos indispensables de la época junto a los frontales tremendamente afilados y las líneas marcadas en cuña, la serie 308 GTB / GTS fue la primera producida realmente en grandes volúmenes, a escala industrial.
Hasta entonces la factoría de Enzo Ferrari era una fábrica de pequeñas cantidades, incluso con la merecida reputación deportiva de la que disfrutaba en la década de los setenta. Tal fue el éxito de la generación 308, que de la primera generación se vendieron cerca de 6.000 ejemplares contando ambas carrocerías.
De la primera generación, las unidades más llamativas y raras fueron precisamente las primeras en ser fabricadas, que contaban con la carrocería realizada en fibra de vidrio. Algo que no sentó del todo bien a muchos clientes lo que llevó a que la fábrica decidiera sustituir los materiales plásticos por acero, labor que era realizada en los talleres Scaglietti, de Modena. Estas primeras unidades, cifradas en 712 ejemplares del 308 GTB denominados 'vetroresina', son actualmente las más raras y cotizadas de todas las versiones del modelo italiano.
Saga
Aunque lo más importante del 308 GTB fue precisamente su éxito global, no en vano ha aparecido en centenares de películas o series, lo que dio lugar a una saga de modelos que aún perdura en la gama del fabricante italiano, manteniendo invariable su papel, el de berlinetta de motor central de ocho cilindros que da acceso a la gama de deportivos de la firma modenesa, y cuyo último integrante fue precisamente estrenado este mismo año.
Cuarenta años después del nacimiento del 308 y que por primera vez ha supuesto la eliminación de las mecánicas atmosféricas en la línea de modelos sucesores del éxito del 308, el nuevo Ferrari 488 GTB sobrealimentado.
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