El vehículo se diferencia estéticamente del resto de unidades en su color llamado rojo Marco Polo, una franja central negra y dorada con ilustraciones con motivos orientales donde resalta el dragón que se orienta hacia el logotipo mítico de la marca. Las llantas, aún siendo las del 458, tienen el mismo color que el de la banda central que recorre el coche.
En el interior aparecen placas conmemorativas y distintivas junto a un modificado botón que da vida al motor donde la palabra "encendido" ha sido sustituido por la tipografía china.
Doble celebración
Simultáneamente, en Shanghai se abrirá un pabellón permanente dedicado a Ferrari donde serán expuestos todo tipo de ejemplos de lo que es Ferrari tanto en el ámbito de las carreras como en su división de vehículos de calle, tecnológicamente e incluso en cuanto a su introducción en la cultura china.
Esta exposición dudará, cuanto menos, tres años y no hay que olvidarse que todos estos guiños no son altruistas ya que, ahora mismo, China es el primer comprador de vehículos salidos de Maranello desbancando en 2011 al hasta ahora mayor importador, EEUU.
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