Con una puja que superaba los 6 millones de dólares, este ejemplar bate todos los registros previos del modelo, tanto en venta privada conocidas como subastas, ya que la cotización del resto de unidades ni siquiera llega a la mitad de esa cifra.
Regalo especial
La relación de la fábrica de Maranello con el Vaticano viene de lejos, llegando incluso a recibir alguna visita del pontífice en los años ochenta y noventa, como se aprecia en la imagen superior. El Enzo 400 fue un presente de Maranello al Papa, que sugirió al recibirlo que fuera subastado para donar el dinero, a las víctimas del gran Tsunami que asoló Asia en 2004. El modelo por tanto retornó a Maranello hasta que finalmente fue subastado.
En primer lugar, la propia numeración del modelo se sale de los registros conocidos del Enzo, ya que desde su presentación en 2002 oficialmente solo llegarían a las calles 399 ejemplares, por lo que ser el 400 de 399 ya resulta de por sí curioso. Pero además, este Ferrari cuenta con una dedicatoria escrita por Luca Cordero de Montezemolo directamente sobre la fibra de carbono vista del reverso del capó delantero, además de una opción raramente encontrada en otros ejemplares, el alerón trasero en fibra de carbono vista.
El ejemplar, de número de bastidor ZFFCZ56B000141920, estaba rematado en Rosso Corsa, color escogido por muy pocos clientes de este modelo, además de no tener prácticamente nada de uso. Tan solo dispone en su odómetro de 179 kilómetros recorridos, lo que lo convierte en uno de los Enzo en mejor estado del mercado.
El alto valor alcanzado por este ejemplar en Monterrey hace pensar que tardaremos en ver como se supera este precio por otro ejemplar del Enzo, Aunque dada la tendencia al alza de los precios de los clásicos, cuya burbuja parece no tener fin en esta última década, puede hacer que nos llevemos otra sorpresa pronto.
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