El porqué de esta diferencia se explica en la lista de espera que acumula la marca del Cavallino, que llega a los 18 meses. De ahí que se les permita esas 3.000 unidades extra para afrontar la demanda y no disparar los plazos de espera. Esta costumbre no es nueva en Ferrari, ya que el propio Commendatore solía decir que la cantidad de coches a fabricar debía ser todos los que se vendían, menos uno.
Salud económica
A pesa de que la crisis financiera haya afectado a la practica totalidad de las empresas del planeta, algunas como Ferrari no sólo no se han visto afectadas, sino que han crecido en estos años. Pero con esta perspectiva de restricción de ventas, ¿como se espera crecer?, algo inherente a la salud económica de cualquier gran empresa que pretenda perdurar. Pues sencillo, fomentando la personalización de vehículos, lo cual dispara la factura de cualquier modelo.
La propia Ferrari inauguró su departamento Portfolio dedicado a la personalización y creación, si fuera necesario de series one-off. Como el Ferrari SP1 de 2008, basado en el F430 y diseñado por Leonardo Fioravanti a petición de un cliente japonés, que se había enamorado del prototipo F100 del genial diseñador italiano.
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