Esta es, por tanto, una de las razones de la exclusividad inherente a Ferrari. Luca Cordero di Montezemolo lo tenía muy claro: siempre hay que atender a una parte limitada de la demanda para mantener las condiciones de vehículos exclusivos.
Si haces esto, además, siempre tendrás una cartera de clientes más amplia que intentará pelearse por tus modelos, y estarán dispuestos a pagar cantidades más desorbitadas por los modelos de Maranello.
De otra forma, podría pasar factura a la imagen de marca. Algo similar al caso de Audi, la cual evidentemente sigue manteniendo su estatus de marca Premium, pero es mucho más común (demasiado común, incluso) ver todo tipo de Audi en las calles hoy día, lo que le resta exclusividad. La gente no percibe un Audi como algo tan exclusivo como podría ser hace 15 años.
Hasta las 9.000 unidades... y más allá
Cuando se anunció que Ferrari cotizaría en bolsa como entidad independiente del grupo Fiat-Chrysler, ya se anunció la intención de aumentar la producción anual. Hoy, Ferrari ha comunicado su intención de elevar la producción en un 30 por ciento, para llegar a la barrera de las 9000 unidades anuales.
Su actual presidente, Sergio Marchionne, espera alcanzar ese pico de producción para 2019. Para ello, la marca italiana planea presentar un nuevo modelo cada año hasta 2018. Además, se ha precisado que el ciclo de vida de cada modelo será de unos 8 años, con un lavado de cara y actualización a los cuatro años (algo muy común en el mercado generalista).
Si alguien recuerda cuando Sergio Marchionne ocupó el lugar de Luca di Montezemolo, prometió que mantendría la producción limitada a las 7000 unidades que había marcado el señor di Montezemolo. Sin embargo, ya anunció que intentaría elaborar un plan para alcanzar las 10.000 unidades a medio-largo plazo.
Fuente: GTSPirit
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