El legado de Ferrari es lo que hace tan grande a día de hoy a la marca italiana, décadas de éxitos deportivos y de docenas de modelos de ensueño conforman el ADN de la marca mejor considerada del panorama del mundo del motor.
Pero la enorme evolución de la gama actual tan solo refleja parte del catálogo anterior de la firma de Modena, que si bien no ha cambiado demasiado en cuanto a los nichos o segmentos en los que está estructurada, sí que ha cambiad radicalmente en las últimas dos décadas.
A finales de los ochenta, los últimos años en vida de Il Commendatore, los modelos de la firma adolecían ya del paso del tiempo, con una tecnología y conceptos nacidos a finales de los setenta, salvo el 412i que se mantuvo hasta 1989, la gama estaba compuesta única y exclusivamente por modelos de motor central, incluido el único 2+2 de la la casa italiana a principios de los noventa, el Mondial.
El Mondial, presentado en 1980 en la forma del Mondial 8, fue junto a la serie 308 uno de los primeros en ser producidos en masa, más de 6.000 ejemplares fueron ensamblados en sus 12 años de vida.
Derivaba precisamente del 308, contando con el motor V8 transversal de este, contaba con un habitáculo de mayores dimensiones lo que le permitía disponer de 2 plazas traseras, algo justas pero suficientes para poder homologarlo como 2+2 plazas.
Disponible en carrocería coupé y cabrio, era el único descapotable completo de la gama italiana, ya que el 308 GTS tan solo contaba con un techo practicable de tipo targa, de hecho, la mayoría de las unidades vendidas del modelo disponían de esa configuración.
Mondial t
Tras el Mondial 8 el modelo adoptó el motor de 3.2 litros estrenado en el 328 GTB/GTS para más tarde, una vez fue presentado el ínclito 348 tb, heredar el motor de este, por lo que al igual que la berlinetta de dos plazas adoptó el nuevo esquema de motor longitudinal y caja de cambios transversal, de ahí la t minúscula de su denominación, transversale.
Esto supuso una revolución a nivel de bastidor para el modelo, que si bien apenas modificaba su exterior con respecto al Mondial 3.2, sí que ganaba muchos enteros a nivel dinámico gracias al nuevo reparto de pesos y la nueva cifra de potencia elevada a 300 caballos.
El nuevo motor disponía de 3.4 litros, estrenaba lubricación por cárter seco y entregaba los mismos 300 CV del 348. Como todos los Ferrari de la época el bastidor era tubular, con un subchasis trasero de aluminio en la zona del motor, sistema empleado durante décadas hasta la llegada del monocasco de aluminio del 360 Modena, el primero de los verdaderos Ferrari modernos.
Durante toda su vida comercial, ni la prensa ni los aficionados profesaron jamás amor alguno por el modelo, decantándose por los adorados 308/328 antes que por el más pesado y peor manejable Mondial, aunque la condición de único descapotable como tal de la marca lograba hacerle merecedor de un hueco en la gama.
La versión Mondial t paliaba en parte muchos de los motivos que hacían menos deseable al modelo, que empleaba una denominación historia de la marca, empleado en el 500 Mondial de competición de mediados de la década de los cincuenta. Su estética en vivo es puro sabor Ferrari de los ochenta, una berlinetta muy baja, con unos capós muy planos, plagados de entradas y salidas de aire con lamas, que si bien se intuyen, no se suelen apreciar bien en las imágenes.
Desde su desaparición en 1993, no ha vuelto a haber un 2+2 de motor central en la gama italiana hasta la fecha, con la llegada del 456 GT se retomaba el clásico concepto de GT delantero, el favorito de Enzo Ferrari que afirmaba no haber visto jamás a los caballos tirando del carro desde ningún sitio que no fuera delante del mismo. Actualmente es uno de los modelos más sencillos de adquirir en el mercado de clásicos por precios muy razonables, por el cual se puede disfrutar de todo un deportivo de motor central de la marca italiana.
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