En el momento de comprar un coche de segunda mano tienes que evaluar todas las opciones existentes antes de cometer importantes errores en el momento de efectuar el pago y encontrarnos con sorpresas mayores durante su usabilidad y a la larga generarte un pufo económico importante que te lamentarás durante mucho tiempo el hecho de decidirte por este coche. El mercado tiene unos precios muy económicos, aunque hay especialistas en estafar, realizar la venta y desaparecer del mapa. Si quieres evitar esos sustos a lo largo del tiempo, te recomendamos seguir leyendo y fíjate en estos detalles antes de decidir soltar el dinero.
En ese sentido, lo primero que tienes que hacer es fijarte en el exterior del coche y es que todo entra por la vista. Puede ser que el coche haya pasado por chapa y pintura, pero fíjate en todos los detalles y en especial en esas asimetrías que puede tener. Los pequeños arañazos y algunos bollos pueden hacer que te desanimes en el momento de comprarlo. Eso sí, preocúpate cuando veas un faro desalineado y el capó mal ajustado por un lateral, por lo que es posible que tenga un golpe mal reparado.Por otro lado, puedes fijarte en las luces y en los pilotos de dirección, y sobre todo, desconfía de esos modelos que tienen pegatinas, que pueden ser un parche temporal para el golpe. A todo ello, te recomendamos que te fijes en los anclajes de los componentes del capó y sobre todo, juega a buscar la diferencia, y en comprobar que no haya ninguna fuga importante.
Con el motor en marcha
Si el exterior es perfecto, pide que arranquen el coche. Si en ese momento, el motor traquetea en exceso, es posible que tengas un soporte motor roto, por lo que pones en peligro tu integridad. Por otro lado, si escuchas un leve gruñido, es posible que tengas un nivel de líquido de la servodirección bajo mínimo. Por último, si todas estas opciones están bien, decide por probar el coche en cuestión, por lo que deberás fijarte en todos los detalles y las sensaciones al volante.
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