Y hoy se avisa el fin de este programa común. El estudio y creación de vehículos de motorización híbrida se realizará de forma individual y no como se esperaba hasta ahora. De hecho, parecía que pudiera existir la posibilidad de que, en un futuro, ambas marcas comercializaran un vehículo gemelo, al estilo de Toyota y Subaru con el GT 86 y el BRZ correspondientes pero apoyados en sistemas eléctricos supletorios.
Además, se estableció que PSA desarrollaría componentes que pudieran ser utilizados en vehículos de BMW algo que, de momento, ha quedado descartado a la espera de conocer, si es que alguna vez se hace público, si este aplazamiento de colaboración es temporal aunque todo apunta a que será definitivo una vez que PSA vendió un 7 % de sus acciones a General Motors.
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