Ya ha sido la novedad más esperada del Salón de Detroit 2016, el deportivo de Henrik Fisker cuyo teaser levantó la polémica de la última semana, ya que provocó cierto enfado en Aston Martin. Lo que concluyó en una misiva que según Fisker ha resultado amenazante y que le ha llevado a demandar al fabricante británico de deportivos, anteriormente la empresa donde trabajaba, por unos más que impresionantes 100 millones de dólares.
Pero desde que se ha levantado la lona del nuevo VLF Automotive Force 1 ha quedado claro que poco tiene que ver con ningún modelo de la firma de Gaydon, ya que el Force 1 ha resultado ser bastante más impresionante, al menos sobre el papel y a simple vista de lo que podíamos esperar.A nivel técnico el VLF Force 1 es sencillo de explicar, en teoría se basa en un Dodge Viper actual, aunque no sabemos a ciencia cierta cuanto tiene de novedad y cuanto de simple Viper recarrozado. Lo que sí es seguro es que a simple vista ni se parece al deportivo de diez cilindros del Grupo Fiat Chrysler Automobiles. Y por supuesto, mucho menos a los BB9 y Vantage de Aston Martin, cuyas líneas curiosamente fueron dibujadas en parte por el propio Henrik Fisker, creador del VLF Force 1.
Técnica
El Force 1 adopta por tanto la plataforma del Dodge Viper de tercera generación, lo que ya promete un ADN muy deportivo y radical. Dispone del enorme motor V10 de 8.4 litros que podemos encontrar en el modelo donante, pero en lugar de los 645 CV originales encontramos 100 más. Por lo que el deportivo que ha sido desvelado hoy en el COBO Center de Detroit dispone de una salvaje cifra de 745 caballos de potencia.
Con este potencial, no extraña que el nuevo modelo de Henrik Fisker y VLF Automotive presuma de unas prestaciones de infarto, con una aceleración de 0 a 100 km / h en unos 3 segundos y con una velocidad máxima en torno a los 350 km / h.
Aun así el Force 1 recibe una carrocería de fibra de carbono, que desdibuja completamente al modelo original. Si el Viper es el resultado de unas suaves líneas curvas, el Force 1 dispone de una carrocería abrupta y afilada, plagada de aristas muy agresivas, y como no podía ser de otra manera, ciertos detalles de estilo que pertenecen claramente a la pluma de Henrik Fisker, como es la terminación de las ventanillas traseras en el pilar C o la parrilla, con un diseño abultado y casi flotante, que recuerda a la del Ford Mustang Rocket que Fisker presentó precisamente en la pasada edición del Salón de Detroit, junto a Galpin Auto Service.
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