Como ya he comentado en otros artículos, la crisis económica esta azotando bastante fuerte a los fabricantes, tanto que, Ford se ha visto en la obligación de anunciar el cierre de la factoría belga situada en Glenk, programando su cierre a finales de 2014.
Con esta medida, Ford espera ahorrar unos 500 millones de dolares anuales
El cierre de esta factoría ha venido motivado principalmente a la escasa productividad que viene registrando últimamente (un 68%, cuando la rentabilidad empieza a partir del 80%), además de llevar todo 2012 trabajando únicamente cuatro días a la semana con 15 días más de trabajo repartidos durante todo el año.
Por otra parte, la producción de Glenk (donde hasta ahora se producen el Ford Mondeo, Galaxy y S-Max), se trasladará a Almussafes (donde actualmente se producen los Ford C-Max y Grand C-Max, los cuales se trasladarán a la factoría alemana de Saarlouis), lo que supondrá un mayor volumen de producción a la factoría valenciana.
Lo único que todavía no queda claro es el futuro de los 4.300 empleados que actualmente trabajan en Glenk, aunque esperemos que, fruto de las negociaciones con los sindicatos, se obtenga una respuesta satisfactoria para ellos.
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