Al contrario de lo que muchos llegamos a sospechar, la nueva versión en llevar el célebre apellido del piloto y preparador norteamericano no recurre a la sobrealimentación, manteniendo la naturaleza atmosférica del motor V8, que de 5.2 litros dispone según la marca de más de 500 CV y 542 Nm de par.
Aunque no han declarado por el momento la potencia exacta, esperamos que en su presentación oficial esta semana en el Salón de Los Angeles desvelen sus datos definitivamente, sí que ofrecen muchos detalles sobre las modificaciones deportivas de esta versión.
Dispondrá de caja manual de seis velocidades y diferencial Torsen de deslizamiento limitado de serie. Enormes frenos de 394 y 380 mm Brembo, con pinzas de seis pistones en el eje delantero, tras las nuevas llantas de 19 pulgadas, calzadas con neumáticos Michelin Pilot Super Sport.
Estéticamente se distingue por su carrocería más agresiva, con un paragolpes especifico más bajo, capó delantero de aluminio, parrilla delantera de carbono y nuevo difusor trasero, en el que se ha trabajado su forma para ofrecer mayor carga aerodinámica.
Su aspecto, a pesar de que las escasas imágenes disponibles no muestran el modelo en todo su esplendor y detalle, resulta de lo más agraciado y agresivo, aspecto resaltado por las inevitables racing stripe lines que surcan longitudinalmente al último Shelby.
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