Estos días has podido ver en YouTube un anuncio rodado en el aeropuerto de Barcelona por Skoda, en el aparcan un SuberB en la terminal de embarque y le tapan el logotipo, tratando así de que las personas adivinen quien es el fabricante -algo que a priori no debería ser complicado gracias al estilo continuista del Suberb-. Pero ¿qué pasaría si hacemos este mismo experimento con un coche que realmente ha cambiado radicalmente su imagen,a la vez que es desconocido en una región?
Viajamos al centro de Londres, donde Ford estacionó el nuevo e impresionante Ford GT, y preguntó a aquellas personas que se paraban a observarlo si sabían que fabricante lo había diseñado, obviamente en todo momento con los logotipos ocultos.
Las respuestas de lo más variopintas
Quedó claro que absolutamente nadie sabía de qué coche se trataba, ya que las respuestas fueron muy diferentes y alejadas de la correcta (es curioso que predominase la respuesta de McLaren).
Sin embargo, lo más llamativo del vídeo es la expresión de sorpresa que se dibuja en la cara de los participantes al decirles que están ante un Ford, y es que pese a que estamos acostumbrados en Europa a ver solo Focus, Fiesta o Mondeo, también saben hacer superdeportivos de la talla de los más grandes.
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