El próximo mes de mayo, la casa de subastas Mecum Auctions subastará, como es habitual, un gran conjunto de modelos deportivos clásicos del especial mercado norteamericano. Entre los que os destacamos hace unos días los 17 ejemplares de la colección McMurrey, auténticos y raros muscle car y vehículos de competición entre los que llamaba nuestra atención el raro Mustang BOSS 302 Kar Kraft Trans Am. Un vehículo de competición de finales de los años sesenta que si bien podía parecer un derivado más del Mustang de la época, realmente se trata de un modelo con un desarrollo muy complejo y atractivo, de hecho su imagen la empleábamos para ilustrar la portada del artículo.
Para cualquier profano en la materia, entre los que humildemente nos incluimos, parecen haber casi infinitas variantes prestacionales o de competición de modelos americanos como el clásico Ford Mustang. Son literalmente docenas de variaciones las practicadas sobre el pony car de Ford Motor Co a lo largo de las cinco décadas que lleva el modelo entre nosotros. Situación propiciada sobre todo por la misma comercialización de los modelos en los Estados Unidos, que además del sistema de modelos anuales denominados por el año siguiente al de su presentación, disponen de un sistema de versiones mucho menos rígido que el empleado en el mercado europeo.No solo pueden disponer de cambios mínimos, tanto estéticos como mecánicos, de un modelo anual a otro, además muchas de las versiones prestacionales eran ofrecidas a los clientes en los concesionarios como simples ?performance packages? (paquetes prestacionales) de manera opcional. De hecho, este sistema fue el empleado para poder comercializar el Pontiac GTO original en 1964, como un simple paquete opcional dentro de la gama regular del Pontiac Tempest de serie, y así evitar la prohibición de la directiva de General Motors de vender modelos con mecánicas de mayor tamaño a las asignadas por segmento.
A esto se suman las docenas de preparaciones de especialistas externos, en muchas ocasiones preparaciones casi oficiales, que estaban disponibles para modelos como el Mustang o el Chevy Camaro. Lo que sin ningún lugar a dudas es todo un laberinto de denominaciones y orígenes muy complejo de seguir para el neófito, que a simple vista solo ve ligeras variaciones exteriores de un mismo modelo. Esto ha propiciado que universalmente parece estar asumido que las modificaciones en este tipo de modelos son mínimas o en algunos casos inapreciables, limitándose a sustituir una mecánica por otra similar de mayor potencia, como además parecen reflejar los modernos programas televisivos de custom, en los que en muchas ocasiones parecen montar los vehículos como si simplemente estuvieran sustituyendo un repuesto por otro, sin problemas graves de encaje.
Pero nada más lejos de la realidad, desde hace décadas en los Estados Unidos, si bien han podido existir docenas de variantes de muchos modelos, determinadas obras de algunos preparadores o departamentos de competición son auténticas modificaciones profundas a nivel de bastidor, aunque externamente sean casi indistinguibles del modelo base original. Este es el caso del Ford Mustang Boss 302 Kar Kraft Trans Am Race Car que nos ocupa, un proyecto que si bien a simple vista no pudiera parecerlo, dispone de un intenso trabajo a nivel de bastidor.
Trans Am
Para la temporada 1970 del Campeonato Trans Am, en Ford se decidieron a crear un enormemente evolucionado Mustang que pudiese competir contra los poderosos Chevrolet Camaro de Penske. Para ello no se conformaron con nada y contaron no solo con la colaboración de Carroll Shelby, sino que de manera directa y apoyados por Kar Kraft Engineering desarrollaron uno de los Mustang de competición más brutales y llamativos de la historia.
Tomando como base un Mustang 428 Cobra-Jet Fastback, no se limitaron a endurecer su bastidor e implementar una mecánica más potente. El Mustang fue tremendamente modificado. Partiendo completamente desde cero y tomando un chasis del Mustang código M al desnudo, estos alteraron incluso el reparto de pesos al bajar el depósito de combustible y redisposicionar la mecánica y los propios anclajes de la suspensión. En el eje delantero contaba con una suspensión de doble trapecio con amortiguadores Koni y mientras en el eje trasero conservaban el eje rígido tan característico de los Mustang hasta la llegada de la sexta generación, este se veía fuertemente modificado en Kar Kraft Engiennering. El equipo de frenada disponía de pinzas de disco de cuatro pistones en el eje delantero y se instalaban nuevos discos en el eje trasero, sustituyendo a los tambores originales del deportivo.
Las modificaciones llegaron a sustituir algunos paneles por otros más delgados realizados en estampación de aluminio, así como la sustitución de los cristales por otros de menor grosor. La mecánica también recibía novedades, con nuevos pistones y carburadores llegaron a alcanzar los 470 caballos en las últimas evoluciones de temporada.
Kar Kraft Engineering eran los encargados de fabricarlo, de donde salieron solamente 10 unidades con estas especificaciones, uno de ellos destinado a la NASCAR para Smokey Yunick. En este caso, el ejemplar con el dorsal 17 es el vehículo de desarrollo original, que estuvo en posesión de Kar Kraft durante años hasta que fue vendido a Lola Cars en Inglaterra, que lo empleó en competición unos años en Reino Unido hasta que fue almacenado. En 1990 fue recomprado y llevado de vuelta al otro lado del Atlántico, donde recibió una restauración completa que le devolvió el color naranja original.
Su rareza intrínseca a la escasa producción, así como la propia historia de su desarrollo han provocado que estos sean ejemplares muy valorados y apreciados, bastante más difíciles de ver que otras variantes deportivas o de competición del modelo, y cuyo valor es de varios cientos de miles de dólares, frente a los entre 60.000 y 80.000 dólares de las unidades de los Mustang BOSS 302 regulares empleados hasta esa fecha en el mismo campeonato Trans Am. Del 17 al 21 de mayo este estará expuesto en Indianápolis donde tendrá lugar la edición 2016 de la Dana Mecum Spring Classic, donde estará acompañado de modelos tan especiales como varios AC Cobra originales, uno de ellos perteneciente a la misma colección de McMurrey.
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