Gran novedad la que nos llega de la mano de Ford. Los estadounidenses lanzarán, previsiblemente en 2017, una nueva generación del más que mítico Ford Fiesta que circulará por las carreteras europeas en hasta cuatro versiones distintas. Así es, cuatro. Nada más y nada menos que cuatro Ford Fiesta distintos estarán a la disposición del consumidor con una curiosa exclusividad: la versión Active. Esta es la primera vez que los norteamericanos lanzan al mercado un compacto con apariencia de pequeño SUV y ya avisan que conforme pase el tiempo, la gran mayoría de modelos de la marca tendrán una versión así.
Durante la increíble cifra de 40 años este pequeño compacto de la familia Ford ha sido un icono. De lejos ha sido uno de los coches más vendidos en el mundo año tras año al compaginar un buen precio con una excelente calidad siempre firmada por el óvalo azul que preside la delantera del vehículo. Con esta nueva generación que ha sido presentada en Colonia Ford espera seguir manteniendo el nivel mostrado en sus coches desde que en 2011 lanzase el Ford Fiesta MK7, un revolucionario que atrajo (al igual que su restyling) un enorme número de fans.
Mucho donde elegir
Active, Titanium, ST Line y Vignale son las cuatro opciones a elegir antes de realizar la compra, cada una con sus características especiales y únicas. Una de las claves del éxito de Ford en los últimos años ha sido, de lejos, el atractivo de sus vehículos gracias a la parrilla obtenida de la marca hermanada de los norteamericanos Aston Martin. Por eso es que en este nuevo Ford Fiesta se ha mantenido ese espectacular frontal en el que los cambios son mínimos, destacando entre ellos unos faros más pequeños y diferentes estilos de antiniebla y bajo del paragolpes dependiendo de qué versión se elija además de la rejilla de ventilación es diferente en todos los casos entre sí.
Por el lateral los cambios son nulos. A pesar de ser una nueva generación este Ford Fiesta (en todas las versiones) cuenta con los mismos nervios que pasan por las dos manetas de las puertas y por el bajo del vehículo. Llegando a la parte trasera descubrimos una notable transformación de este pequeño. Los faros son muy distintos a los de la séptima generación, ahora son rectangulares e intentan emular a los del Ford Mondeo en busca de darle algo más de clase al menor de la familia tras el Ka.
El interior
No todo lo que reluce es oro. Pero en esta ocasión sí. El Ford Fiesta de octava generación es bastante parecido a su predecesor por fuera, pero por dentro la cosa es algo distinta. Esa consola central no se asemeja al anterior diseño que era uno de los pequeños defectos de este coche. Ahora en lugar de tener un excesivo número de botones contamos con una pantalla táctil de ocho pulgadas que nos permitirá controlar varios parámetros de nuestro vehículo, todo en un bordeado (solo en versión Vignale) doble que tendremos presente en el velocímetro, consola, asientos, palanca de cambios, reposa brazos e incluso en las puertas.
Otra cosa a destacar es el sistema SYNC 3 de Ford como sistema de entretenimiento y conectitividad. Otro acierto de los americanos incluirán en su motor tricilíndrico el sistema de desconexión de cilindros para un mayor ahorro de combustible, siendo esta la única novedad en cuanto a motorizaciones de la marca. Por tanto, tendremos todas las múltiples opciones que hemos tenido hasta el momento para montar en nuestro Fiesta. Desde motores EcoBoost de pequeño cilindraje hasta los habituales TDCI pasando por los movidos gracias a la gasolina.
Por mucha distancia, el modelo Titanium es en el que menos se fija uno. Es el menos atractivo y por desgracia el que más se verá pasear por tu ciudad. Es el básico y por ende, el más económico. El ST Line está por encima al incluir ese acabado ST diseñado por Ford Perfomance para atraer a un público más joven y con ganas de lucir su nuevo coche. Si eres aventurero te decantarás más por el Active, destinado a gente con ciudades alejadas del ruido de las metrópolis donde las piedras en el camino están a la orden del día. Con un precio algo superior encontramos el Vignale al que hasta ahora solo habíamos tenido opción de adquirir en los modelos Kuga y Mondeo. El acabado es más premium que en el resto, por supuesto y el dinero extra invertido tiene su recompensa en ese toque extra de calidad que tendremos en nuestro vehículo.
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