Como viene siendo habitual en mis artículos al hablar de versiones picantes, comenzamos a hablar de las mecánicas. Hablo en plural debido a que, por primera vez, Ford ofrecerá dos alternativas mecánicas para el Focus ST, y una de ellas es diésel. Si, habéis leído bien.
En gasolina encontramos el propulsor 2.0 Ecoboost de 4 cilindros y 250 CV, que es capaz de realizar el 0 a 100 en solo 6,5 segundos. Las máximas reacciones deportivas a bajo consumo, ya que homologa 6,8 litros en ciclo mixto.
Pero si queremos máximas sensaciones y bajo consumos, nuestro coche es el Focus ST con el motor 2.0 TDCi de 185 CV, que será capaz de realizar el 0 a 100 en 8,1 segundos, cifra más que satisfactoria. Pero sin duda su mejor dato será el consumo, obteniendo una media ponderada de 4,4 litros a los 100.
Pero no todos sus cambios se han concentrado bajo su capó. El chasis ha sido específicamente puesto a punto, añadiendo unos muelles nuevos y revisando el esquema trasero, donde se conservan sus muelles y barra estabilizadora.
La electrónica también ha sido fuertemente revisada, recalibrando todos los sistemas de control electrónico de la dirección. Esto permitirá que la dirección del nuevo Ford Focus ST nos ofrezca una rápida respuesta y un tacto más agradable.
El ESP se ha revisado, añadiendo 3 etapas de ajuste, así como nuevos ajustes en el Electronic Torque Vectoring Control que permitirán al Ford Focus ST distribuir su par de forma óptima, ayudando, de este modo, a mejorar su tracción.
Discretos cambios estéticos... pero acertados
Pasemos a valorar el apartado estético donde encontraremos cambios sutiles. Por ejemplo; las ópticas delanteras se benefician de un nuevo diseño interior que ayudan a imponer una estética agresiva. Además, según versiones, contarán con iluminación Bi-Xenón HID. La iluminación diurna LED viene de serie.
Los pilotos traseros también cuentan con ligeros cambios. Su interior adopta la nueva imagen que podemos ver en el restyling Ford Focus común.
Además de los grupos ópticos, los paragolpes también presentan pequeños pero importantes cambios. El paragolpes frontal cuenta con una nueva calandra. Por su parte, el paragolpes trasero estiliza al completo su diseño, añadiendo un embellecedor de color negro.
Para bañar la carrocería, Ford ofrecerá el llamativo Tangerine Scream, el blanco Frozen White, el Negro Pantera, el Rojo Competición y el nuevo gris oscuro denominado Stealth. Este último color se ofrecerá exclusivamente al acabado ST.
El interior también cuenta con cambios, aunque estos son más profundos que los que encontrábamos en su exterior. El tablero de abordo se ha rediseñado, para añadir el sistema de conectividad SYNC 2, que se reproduce a través de una pantalla táctil de 8 pulgadas.
Otro de los cambios más evidentes lo encontramos en el volante, que adopta un nuevo diseño mucho más moderno y ergonómico que el que venía ofreciendo el Ford Focus ST. Además, este volante pierde un radio por el camino.
La botonería, así como los materiales empleados en el interior cambian para aumentar la calidad del habitáculo.
Ford quiere que el conductor este informado en el momento sobre las condiciones del Focus ST, y es por ello por lo que sigue apostando por los tres relojes ubicados en la parte superior del tablero de abordo, que mostrarán con exactitud y precisión la temperatura y presión del aceite, así como la presión del turbo.
Pese a que se ha presentado con motivo del Festival de la Velocidad de Goodwood, Ford enviará las primeras unidades a los concesionarios durante el inicio de 2015. A medida que vayan pasando los meses conoceremos en detalle los detalles de equipamiento y precios.
El Ford Focus ST se ha caracterizado siempre por no pasar desapercibido, y este ligero restyling lo vuelve a demostrar por enésima vez. Estamos deseando que llegue a la calle para conocer en persona el Focus ST más espectacular, así como saber si el TDCi de 185 CV está a la altura del apellido ST.
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