En un momento donde las marcas y las empresas han apostado por una transición neutra y completa hacia los coches ecológicos y sin emisiones de carbono, no es de extrañar que se observen grandes alternativas en un mercado donde la electrificación es la gran apuesta de muchas firmas. Partiendo de esa premisa, se vislumbra un entorno competitivo cambiante en el que muchas alternativas sostenibles se pueden convertir en el gran enemigo para algunas empresas y grandes ciudades.
De este modo, algunas universidades, como es el caso de la Universidad de California, han realizado un amplio estudio del mercado en el que apuntan que la mejor solución a un entorno tan negativo no es otro que la llegada de las renuncias. "Habrá que renunciar a los coches para evitar el calentamiento global", apuntan, asegurando que gracias a esta medida se logrará la neutralidad plena. Para ello, tendrán que realizar importantes sacrificios personales, medioambientales y económicos con la finalidad de garantizar la viabilidad de unos proyectos de futuro cada vez más ambiciosos y transcendentales.Para llegar a esta conclusión han estimado que actualmente no existe en el planeta las cantidades de litio, cobalto y níquel que se necesitan para fabricar estos modelos eléctricos que tanto demanda el mercado: "Si la demanda actual de vehículos eléctricos se proyecta hasta 2050, las necesidades de litio para el mercado estadounidense [requerirían] el triple de la cantidad de litio que se produce actualmente para todo el mercado mundial", apuntan.
Un futuro por el planeta
Desde el estudio han asegurado que para lograr la viabilidad de este mercado ecológico y sostenible no quedará más remedio que apostar por la neutralidad de emisiones. Por ello, consideran que la minería actual no es ecológica y no respeta al medio ambiente. "la minería representa entre el 4% y el 7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero".
Por otro lado, el enorme aumento de la electricidad ha hecho que actualmente se vea inviable la electrificación completa de un sistema que cada necesita más energía para ser viable y continuar fusionándose a gran escala. De este modo, concluyen que si la intencionalidad es salvar el planeta, el coste no es otro que dejar de emplear estos modelos.
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