Cuando adquirimos un vehículo existe un accesorio que nunca debe faltar en el automóvil, ya sea que este lo hayamos comprado en una agencia o de segunda mano. Dicho componente nos saca de apuros cuando por alguna eventualidad sufrimos el espiche de un neumático o si se nos ofrece hacer un trabajo de mantenimiento o de mecánica ligera. Nos referimos al gato automotriz. Muchos damos por sentado su importancia hasta que lo necesitamos. Ahora bien, para entender mejor el funcionamiento de este dispositivo debemos primero tener claro el concepto que representa. El gato es una máquina que se emplea para la elevación de carga pesada, que no puede ser levantada usando nuestra fuerza bruta. Este gato se acciona a través de una palanca o una manivela cuando son los portátiles que cargamos en nuestro coche, o por medio de un sistema de accionamiento, ya sea por un motor eléctrico o por un compresor de aire, como sucede con los gatos de uso industrial que se encuentran en los talleres.
Según su principio de funcionamiento, los gatos se ubican en dos tipos, ellos son: los gatos mecánicos y los hidráulicos. La historia del gato se remonta al año 1851 cuando Richard Dudgeon inventó y patentó el primer gato hidráulico. Este inventor se caracterizó por sus innumerables invenciones entre las que destacaron los expansores de tubos de caldera de rodillos, tomas de filtro-prensa, varios tipos de gatos y una máquina de vapor que se usó como transporte que podía llevar consigo a unas 10 personas y alcanzar una velocidad de 14 mph.
Gatos mecánicos
Son aquellos que se valen de un sistema multiplicador que se encuentra basado en una pieza o tornillo roscado en un husillo. Estos gatos se emplean para levantar cargas pequeñas; los mismos están diseñados para ser accionados ya sea manualmente o por medio de pequeños motores de 12v. Estos gatos son los que generalmente traen los automóviles de agencia pues son los más ventajosos por su simplicidad en construcción, su reducido peso que lo convierte en más prácticos y en sus mínimos requerimientos de mantenimiento. Estas características de simplicidad y ligereza le convierten en el favorito para cambiar el neumático averiado. No obstante, también tiene sus desventajas; entre ellas se cuentan tanto su lentitud de accionamiento como de repliegue, además, su uso es muchas veces engorroso y lento como también su limitada capacidad de carga.
Gatos hidráulicos
Son aquellos que funcionan bajo presión, aprovechando el efecto del reparto uniforme de la presión a través de un fluido de aceite entre dos émbolos de distinta sección. Son los indicados para levantar una gran cantidad de carga y funcionan bajo el principio de Pascal. Una de sus ventajas son su potencia y velocidad tanto de accionamiento como de plegado que son de casi de manera inmediata; su principal desventaja es que son equipos que requieren cierta complejidad en su mantenimiento, sobre todo en el control de fuga del líquido que al tenerla dificulta su uso y la carga levantada no se mantiene estable sino que poco a poco va bajando y vuelve a su posición original antes de haberlo levantado. Este tipo de gatos es muy usado en los automóviles debido a su versatilidad y poco esfuerzo requerido para alzar un coche. También hay versiones más potentes que son usados en los talleres para realizar diversos mantenimientos y trabajos mecánicos en los vehículos.
Gato de botella
Es un gato que funciona en posición vertical y hace el contacto directo entre la plataforma o piso y el elemento que se va a levantar. Este dispositivo es muy versátil y se puede colocar en espacios estrechos. Este gato puede levantar un tonelaje mayor en los vehículos y se usa principalmente para alzar camiones y autobuses; además, su brazo largo permite hacer elevaciones y aumentar la extensión gracias al tornillo que posee en la punta del brazo. Su uso en la industria automotriz se extiende desde las vulcanizadoras y talleres mecánicos ya que los mismos no solo permiten elevar vehículos para el cambio de neumáticos, sino que permiten que el especialista mecánico se pueda colocar por debajo del auto o camión.
Use correctamente el gato de piso
El gato es un gran aliado a la hora de cambiar un neumático averiado, hay que colocarlo de la manera correcta pues al no hacerlo nos exponemos a tener un accidente y hasta nuestro vehículo pudiera caerse, causando grandes daños a otros componentes que más tarde tendremos que cambiar o reparar, incrementándose el gasto y el golpe a nuestro bolsillo. Por ello es importante en primer lugar colocar el gato en una superficie plana y antes de comenzar a subirlo aflojar las tuercas de la llanta. Algo que también nos puede ayudar es consultar el manual del vehículo ya que allí dice el sitio correcto donde debemos colocar el gato para levantar el auto.
Adicional a esto, también hay que tener accionado no solo el Pare en una caja automática y la 1ra velocidad en las transmisiones manuales, sino que además se debe aplicar el freno de mano pues así evitaremos que le coche se mueva al ser levantado, generalmente el auto posee un sector sólido y firme cerca del compacto o chasis, allí es donde debe colocarse el gato. Se puede utilizar un tronco de madera para sostener el coche en caso de que se caiga, nunca use bloques de cemento ni ladrillos pues tienden a desmoronarse. Siguiendo estas recomendaciones podrá cambiar el neumático de su auto con mayor seguridad.
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