Es un secreto a voces que las autopistas de peajes, que florecieron en pleno auge de la burbuja inmobiliaria, ahora mismo son unas carreteras por las que corren sin límites las deudas. Es por ello que el Gobierno sigue sigue su política de socializar perdidas, comprando las carreteras de peaje deficitarias, asumiendo además sus deudas.
Se encargará de la gestión Seittsa
La deuda total de todas las autopistas suman 3.500 millones de euros, por lo que el gobierno ya ha negociado con las entidades bancarias acreedoras de la deuda una inyección adicional de 1.200 millones de euros que le permitirá continuar las operaciones tras la nacionalización. Pero antes de poder hacerse cargo, el Gobierno deberá pagar el coste de la construcción de las vías a las empresas constructoras, que a su vez son las empresas gestoras.
La sociedad encargada de la gestión de dichas autovías será la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa), dependiente del Ministerio de Fomento.
Como siempre, el ciudadano se hace cargo de las perdidas de las grandes empresas, cuando hay problemas, no es nada nuevo, pero esperemos que a partir de ahora, se mejore la gestión y pueda reportar beneficios a las arcas públicas.
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