Los conductores ante tales precios no tienen más remedio que ahorrar en todo lo posible, con conducción eficiente, repostando los lunes cuando su precio cae considerablemente respecto a otros días de la semana o incluso desplazándose varios kilómetros para encontrar la gasolinera con los precios más ajustados de su zona.
Sin embargo, la batalla en solitario para los conductores está más que perdida y a pesar de los trucos mencionados es bastante difícil encontrar a día de hoy un surtidor que no tenga grabado un precio hasta 10 céntimos superior que los que se podían ver el día 1 de enero, algo que es sin duda alarmante.
Por ello, el Gobierno en su Consejo de Ministros de la pasada semana ha decidido tomar unas medidas que si bien no pueden reducir el precio del combustible directamente, en teoría servirán para sanear un mercado en el que las prácticas de monopolio y los pactos de precio hacen que el precio de los hidrocarburos ascienda de manera continuada, con el fin de que esto repercuta en el bolsillo de los ciudadanos con una bajada del precio.
Más competencia
Sin dar nombres, todos podemos llegar a saber que dos o como máximo tres compañías petroleras tienen prácticamente el monopolio del mercado español. Por ello, desde el Gobierno han decidido tomar cuatro medidas con fin de abrir este mercado y por lo tanto mejorar la competencia. La primera de las medidas es agilizar la burocracia para poder abrir gasolineras en centros comerciales y polígonos industriales, que normalmente tienen precios más económicos.
Este hecho irá acompañado con un mayor grado de facilidad para la llegada de nuevos operadores, así como la expansión de pequeños distribuidores respecto a las grandes empresas, que verán cómo se controla su expansión con el fin de dinamizar un mercado que de opciones a todos los proveedores.
Toque a los mayoristas
También se dará un toque de atención a los mayoristas y mayor facilidad a las gasolineras para fijar los precios del combustible. De esta forma, cabe destacar que la exclusividad que los dueños de las gasolineras firman con los mayoristas se verá reducida, por lo que será más fácil para las gasolineras cambiar de proveedor en busca de precios más económicos. Este contrato pasará a tener una extensión de un año con posibilidad de llegar hasta tres.
Al igual que la anterior medida, también se intentará que este mercado de los combustibles que a veces peca de unos precios pactados entre las marcas tenga una mayor libertad en este aspecto. Por ello, el Gobierno quiere potenciar la competencia entre las gasolineras con un mismo proveedor y por ello ha confirmado que los mayoristas no recomendarán el PVP de los combustibles a las gasolineras que reciben su suministro.
A pesar de las medidas mencionadas, de momento no hemos encontrado por parte del Gobierno ningún tipo de plazo para que estas sean llevadas a cabo así como algún tipo de previsión de lo que puede suponer en el precio de los combustibles estas medidas en un corto o medio plazo. Veremos si en esta ocasión el Gobierno es capaz de ayudar a un sector que no está viviendo su mejor momento y que ve como cada día el ciudadano de a pie le es más difícil poder llenar su depósito.
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