El gigante de internet Google está desarrollando un automóvil en que se combinan diferentes tecnologías con el objetivo de hacer posible la conducción automática, sin piloto. El ingeniero de software y responsable del proyecto, Sebastian Thrun, afirma que los Google Cars podrían salvar al menos 1 millón de vidas al año si el sistema llega a sustituír a los conductores humanos.
Los coches de pruebas de Google han recorrido más de 225.300 km en todo tipo de condiciones sin un solo error. Sólo se necesita programar la ruta y el coche se dirige hacia donde se le haya indicado sin necesidad que esté una persona al volante.Para ello, Google Cars utiliza tres tipos de tecnología. Primero, combina el análisis a tiempo real para identificar el estado de la carretera o posibles obstáculos; esta información es recogida después por sensores, que se conectan con una gran base de datos. Ésta es la consecuencia de que el coche tenga acceso a todos los mapas, GPS y detalles acerca de la señalización en las vías públicas.
Y, por último, su conexión con la red le permite estar al tanto de las actualizaciones y de toda la información almacenada en la nube, además de facilitar el contacto con el usuario.
Además de salvar vidas, Thrun piensa que la tecnología ayudará también a fomentar un transporte más rápido y más eficiente, en un tráfico sincronizado y con carriles más estrechos, evitando atascos.
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