Como buen ejemplo encontramos a este usuario de un Porsche 918 Spyder, que no puede evitar disfrutar del sonido de las revoluciones de su deportivo, incluso cuando está a la espera en un semáforo en una calle londinense. El sonido en vivo debe ser embriagador, porque el interfecto se deleita durante el vídeo visiblemente.
Fail
Lamentablemente las piezas de ingeniería tienen un manual de uso que parece haber no seguido el protagonista del vídeo, ya que como se puede ver claramente, mientras revolucionaba el motor estentóreamente no tenía seleccionado el modo neutral en su modernísimo sistema de transmisión. Con los resultados esperados, por supuesto.
Afortunadamente, y no vamos a destripar el vídeo, los únicos heridos fueron el orgullo y el amor propio del conductor del Porsche 918 Spyder, al que al parecer no le incluyeron el sentido común en la abultada tarifa del modelo híbrido de la casa alemana.
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